El arzobispo de Mendoza pidió que al transmitir lo bueno, lo noble, lo bello de la vida, denunciar o criticar, sea "desde el lugar de quienes construimos, de quienes buscamos que la humanidad crezca".
Monseñor Marcelo Daniel Colombo, arzobispo de Mendoza, presidió la misa por la solemnidad de la Ascensión del Señor desde la parroquia Espíritu Santo, de la ciudad mendocina de Godoy Cruz, donde destacó que la liturgia de este domingo presenta los dos relatos de Lucas en la Ascensión: uno en el Libro de los Hechos expresado con detalle y en forma pedagógica, y en el Evangelio de modo más breve.
“Él ha querido confiar en nosotros, Él ha querido que nosotros prolongáramos su obra entre los hombres; por eso en la Ascensión, no podemos decir que sea un empujoncito, porque es el Señor que se va, pero Él es lo que se da entre nosotros, es precisamente ese impulso a hacernos cargo. La Iglesia está llamada a continuar la obra; por eso esperamos Pentecostés y por eso rezamos para que en Pentecostés nos renueve el Señor con su Espíritu Santo”, subrayó.
En relación con la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que se celebró ese domingo, el arzobispo mendocino aseguró que esa labor del hombre, esa actividad del hombre “tiene una dignidad y una nobleza muy grande” y expresó su deseo de que “la comunicación, con esa nobleza, esa dignidad, dé el impulso creador que el Padre nos ha dado para mostrarnos, para transmitir nuestro pensamiento, para darle de nosotros lo mejor a los demás”.
“Visto en perspectiva global, las comunicaciones hoy son una posibilidad de poner en contacto culturas, geografías, historias diversas; y sabemos que no sólo se tratan de los medios de comunicación social sino que ahora, con fuerza hay otros actores como las redes sociales, las personas son todavía más protagonistas de la comunicación”, indicó.
“Por eso apelar a la nobleza y la dignidad de la comunicación significa, sobre todo, pedir que nuestras comunicaciones estén a la altura de la dignidad humana. Que comuniquemos de verdad, que transmitamos lo bueno, lo noble, lo bello de la vida y que, en todo caso, todo lo que hay para decir, presentar, todo lo que hay para denunciar, como los profetas, o para criticar en todos los aspectos de la vida humana, cuando somos como ciudadanos convocados, sea desde el lugar de quienes construimos, de que quienes buscamos que la humanidad crezca”.
Por último, monseñor Colombo sostuvo que “las comunicaciones sociales entonces, en este día, nos invitan a sintonizar con el amor de Dios que quiere presentarse a todos y hacerles sentir toda la riqueza, toda la hondura de su profundidad”.+
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