Mons. Colombo: 'Estamos convocados a hacer el bien, a ser apóstoles de la vida'

Mons. Colombo: 'Estamos convocados a hacer el bien, a ser apóstoles de la vida'

El arzobispo de Mendoza recordó que los creyentes también estamos llamados a "no generar esas odiosas diferencias con nuestros hermanos, a darles a los demás lo que podemos y lo que necesitan".

El arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Colombo, presidió la Eucaristía dominical, este domingo 30 de junio, desde la parroquia San Antonio de Padua, de la localidad mendocina de Las Heras, durante la que destacó que la Palabra de Dios de ese día comienza con una expresión "muy fuerte y que nos llena de confianza y de esperanza: 'Dios nos hizo para la vida'".

"Es esa convicción de que hemos sido creados por Dios para amar, para servir, para ser felices. En definitiva, hemos sido creados para la vida; no para la muerte", subrayó en la homilía.

"Nadie puede disponer de la vida de los otros, porque la vida es un don de Dios", agregó.

El arzobispo mendocino explicó que, en la carta a los Corintios, San Pablo nos "exhorta a ser generosos, a sentirnos responsables del bienestar de los demás" y destacó que el apóstol desarrolla ese principio de la Doctrina Social de la Iglesia que es "el destino universal de los bienes".

"No es que falten los bienes, es que están mal distribuidos; no es que haya personas condenadas a pasar hambre porque así Dios lo quiere, sino que hay criterios humanos, formas de distribución de la riqueza que a muchos los dejan desamparados".

 

 

"Al invitarnos a ser generosos, nos dice: no miren para otro lado, no piensen sólo en los políticos o en los que tienen los resortes del poder. También ustedes, en su pequeño mundo, sean capaces de compartir", puntualizó.

Monseñor Colombo recordó que "Dios no se deja enturbiar la mirada por nuestras pocas profundidades. Él quiere obrar el bien siempre. Él quiere hacernos bien siempre".

"Dios nos hizo para la vida. Dios nos hizo para estar bien, para que nadie pase necesidad. Todo lo que ofende a la vida, todo lo que genera diferencias irritantes y desigualdades, no viene de Dios", advirtió.

"En nuestro pequeño mundo, los creyentes estamos convocados a hacer el bien, a ser apóstoles de la vida y también a no generar esas odiosas diferencias con nuestros hermanos, a darles a los demás lo que podemos y lo que necesitan", concluyó.

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