El arzobispo de Mendoza pidió tener "el valor de superar el individualismo de nuestras experiencias de fe para abrirnos cada vez más al compartir comunitario".
En su mensaje de Cuaresma, el arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Daniel Colombo recordó que "la escucha del Señor, así como la disposición a salir a su encuentro en la Pascua, sin miedos ni aislamientos, signan este tiempo tan rico y tan vital de nuestra experiencia de fe".
El prelado invitó a leer el mensaje del papa Francisco para este tiempo litúrgico, en el que, "con su título ‘Ascesis cuaresmal, itinerario sinodal’, nos invita a transitarlo de manera personal para crecer y vivir en fidelidad al Evangelio y también en clave comunitaria, para revisar nuestras opciones y modos de ser Iglesia del Señor”.
Monseñor Colombo manifestó que el espíritu de recogimiento propio de la Cuaresma “alcanza al camino sinodal iniciado y tiene como meta una transfiguración personal y eclesial”. “Para que esa transformación se dé según la propuesta de Jesús y concretada por la gracia pascual, el Papa propone prestar atención a dos expresiones bíblicas, del Padre y del Hijo, que orientan nuestra Cuaresma: ‘Escúchenlo’ y ‘levántense y no tengan miedo’”, agregó.
“Escuchar al Señor que nos indica caminos y nos propone el horizonte de nuestras vidas, nos pide también dejar de lado cuanto retarda nuestro crecimiento en la fe o nos deja en la comodidad de los propios logros humanos, lejos de los desafíos que estamos llamados a vivir como discípulos y la confianza en Él, como Señor y Maestro”, dijo.
La meta “es el encuentro con el Señor”, y por eso “caminamos juntos y buscamos discernir los modos de llegar y fortalecer la convicción que alienta nuestro andar. Aquí está la ‘cumbre’, la meta del camino”.
El arzobispo mendocino pidió que a los modos tradicionales de transitar la ascesis cuaresmal, principalmente la oración, el ayuno y la limosna, “añadamos nuestra participación activa y consciente en los próximos encuentros que tengamos en los consejos pastorales, en las parroquias y comunidades y en la Jornada Juntos Caminamos, en vistas a fortalecer nuestro discernimiento eclesial”.
“Que el Señor nos regale una Cuaresma llena de luz y de exigencias para nuestro caminar creyente; que tengamos el valor de superar el individualismo de nuestras experiencias de fe para abrirnos cada vez más al compartir comunitario”, conluyó.
Comentá la nota