En su reflexión semanal, el obispo de San Francisco recuerda que todo encuentro auténtico con Jesús urge a dar frutos concretos de conversión.
En su reflexión semanal, el obispo de San Francisco, monseñor Sergio Buenanueva, destaca que el de san Marcos es el Evangelio de los catecúmenos que están aprendiendo a ser discípulos.
“¿No es esa la condición habitual de todos los cristianos?”, se pregunta el diocesano, recordando que “somos siempre aprendices del Evangelio”.
Por eso, anima a “escuchar este domingo a Jesús invitándonos a recibir el reinado de Dios con fe confiada y conversión, volver a la lección primera de aquel aprendizaje nunca acabado”.
“Conviértanse y crean en el Evangelio” (Mc 1, 15) es una regla pedagógica permanente, ya que no hay encuentro auténtico con Jesús que no urja a dar frutos concretos de conversión, asegura el prelado.
En ese sentido, señala también que “Jesús interpela, pone en crisis, urge a cambiar pensamientos, sentimientos y conducta”. “Jesús es una revolución permanente para quien se ha dejado alcanzar por Él y su Evangelio”, sostiene.
Por eso, advierte que “ponerse a seguir a Jesús es aventura de vértigo. Atrae e intimida. Es desafío para nuestra libertad”.
“Señor Jesús: nos amenaza siempre el riesgo de instalarnos en la costumbre. Pasá por nuestras vidas y sacudí nuestro conformismo. Vencé nuestros miedos con tu llamada misionera”, concluye el obispo sanfrancisqueño.
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