En diálogo con Radio Vaticana, el prelado destacó que la Iglesia tiene una responsabilidad moral, humana y social de crear puentes entre naciones, como "parte integral de la misión evangelizadora".
A 40 años de la firma del acuerdo que brindó solución definitiva a la disputa por el canal de Beagle, monseñor Alberto Bochatey OSA, presidente de la Comisión de Fe y Cultura de la Conferencia Episcopal Argentina, y monseñor Fernando Ramos, arzobispo de Puerto Montt, Chile, reflexionaron sobre la importancia de ese pacto y de sus frutos, y subrayaron la necesidad de replicar modelos de concordia para resolver los conflictos armados en curso.
En diálogo con Radio Vaticana, monseñor Bochatey consideró que el acuerdo, suscripto en el Vaticano el 29 de noviembre de 1984, "es un ejemplo tangible de lo que el Papa Francisco promueve en sus llamados a la paz: un proceso de reconciliación que se construye a través del diálogo valiente y el compromiso de todos".
El pontífice, añadió, "es un ejemplo increíble de lo que significa ser un líder de paz". Y acotó que no solo se dedica a hablar sobre ese tema, sino que actúa para favorecerla, con gestos hacia Ucrania, Gaza y otros lugares de conflicto. Según el prelado, la Iglesia tiene una responsabilidad moral, humana y social de crear puentes entre naciones, algo que es parte integral de la misión evangelizadora.
"La diplomacia vaticana -subrayó- no es solo política, sino un camino de diálogo y encuentro que busca la salvación de los pueblos". Ello se ve reflejado en las acciones del sucesor de Pedro y en la cooperación constante entre las Iglesias de la Argentina y Chile, que se han involucrado en la celebración de este aniversario con actividades conjuntas y con un mensaje común de paz.
Bochatey, quien se desempeñó como Secretario General de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) por el período 2021-2024, se refirió también al desafío de las nuevas generaciones en la construcción de la paz. Aunque rechacen la guerra, sostuvo que están inmersas en una cultura de la desinformación y la violencia, sobre todo en las redes sociales. El fenómeno de la superficialidad y la falta de compromiso comunitario son retos que deben ser superados, para que los jóvenes puedan contribuir activamente en esta causa.
Diálogo valiente, una clave para la paz duradera
Por su parte, monseñor Ramos evidenció que, si bien las controversias entre naciones pueden parecer insuperables, siempre se pueden resolver a través del diálogo, la disposición de las partes y el compromiso de encontrar soluciones.
Para el arzobispo, el concepto de "diálogo valiente", frecuentemente citado por el Papa Francisco, implica no solo expresar las posiciones con claridad, sino además poner el bien común por encima de los intereses particulares. En situaciones de conflicto, el diálogo valiente es esencial para construir confianza y avanzar hacia acuerdos que prioricen la paz, la fraternidad y la prosperidad de todos los pueblos implicados.
En el caso de América Latina, el prelado evaluó que es conveniente un diálogo desideologizado, libre de prejuicios y enfocado en los problemas reales, como la pobreza, la migración y la consolidación de democracias más robustas.
Tanto Bochatey como Ramos plantearon que el aniversario del Tratado de Paz y Amistad es una ocasión para reflexionar sobre la capacidad de las naciones de resolver sus divergencias de modo pacífico, y que esta convención, suscrita hace 40 años, sigue siendo un ejemplo de esperanza, mostrando que, aunque el camino hacia la concordia puede ser difícil, siempre es posible alcanzarla a través del entendimiento mutuo y el respeto.+
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