Maximiliano Castellano y Braian Retamoso son de Misiones. Este mes los jóvenes viajaron a Lisboa para ser parte de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se celebró del 1 al 6 de agosto. Allí tuvieron la oportunidad de conocer al Papa Francisco, entrevistarlo y mostrarle la cultura del freestyle.

“Fue un largo viaje donde veníamos de dos días sin dormir, pero finalmente tuvimos la gran bendición de conversar mano a mano con el Papa Francisco“, expresó en sus redes Castellano. En este sentido agradecieron al Sumo Pontífice la posibilidad de llevar adelante una nueva Jornada Mundial de la Juventud.

En el video se puede observar que los jóvenes le comentan de qué trata el Freestyle, -la habilidad de rapear de forma improvisada sobre una base musical-. Además, le solicitan al Santo Padre tres palabras que conformen el rap. Con humor, el Papa Francisco dice “vaca, gallina, pescado” y los misioneros inician con la improvisación.

Un regalo de Dios

Respecto al momento vivido, Castellano afirmó que mostrarle su don y sacarle una sonrisa fue icónico. “La verdad que todo esto es un gran sueño. Compartirle nuestra historia de vida, contarles sobre nuestros proyectos, escuchar muchos de sus chistes, consejos y hasta compartir un poco de rap“, afirmó el joven. Además, mencionó que intercambiaron regalos.

En relación a la actitud del Papa Francisco frente a la visita, Castellano destacó la sonrisa y el aplauso del Santo Padre luego de escuchar la improvisación. También, mencionó que el religioso les “agradeció por la visita y al compartirles nuestro testimonio, nos dijo que no nos desanimemos, que contamos con su apoyo y que sobre todo sigamos haciendo lío”.

Los misioneros sostuvieron que fue una experiencia enorme. “Es el regalo más grande que Dios nos puede haber hecho en la vida”, aseguraron. De esta forma, agradecieron al Papa por su trabajo en la iglesia y el mundo. Así, reafirmaron su fe y la importancia de ser servidores de Cristo con humildad y alegría.

Jornada Mundial de la Juventud (JMJ)

La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) es un encuentro de jóvenes de todo el mundo con el Papa. Es, además, una peregrinación, una fiesta de la juventud, una expresión de la Iglesia universal y un fuerte momento de evangelización del mundo juvenil.

Se presenta como una invitación a una generación determinada para construir un mundo más justo y solidario. A pesar de su identidad claramente católica, está abierta a todos, tanto a los más cercanos a la Iglesia, como a los más distanciados.

Tiene lugar todos los años en las diócesis, con ocasión del Domingo de Ramos, y cada dos, tres o cuatro años con carácter internacional en una ciudad elegida por el Papa. Las fechas siempre cuentan con su presencia. Así, millones de jóvenes se reúnen para celebrar la fe y su pertenencia a la Iglesia.

Desde su primera edición, que tuvo lugar en la ciudad de Roma en 1986, la Jornada Mundial de la Juventud destaca como un laboratorio de fe, un lugar de nacimiento de vocaciones para el matrimonio, la vida consagrada y un instrumento de evangelización y transformación de la Iglesia.

Pretende proporcionar a todos los participantes una experiencia de Iglesia universal, fomentando el encuentro personal con Jesucristo. Es un nuevo impulso a la fe, a la esperanza y a la caridad de toda la comunidad del país de acogida. Teniendo como protagonistas a los jóvenes, la Jornada Mundial de la Juventud busca, también, promover la paz, la unión y la fraternidad entre los pueblos y las naciones de todo el mundo.