En la Solemnidad de Nuestra Señora del Carmen, esta mañana, culminaron las festividades en el colegio que la tiene como Patrona. El Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, presidió la Santa Misa y la procesión por calles de la ciudad capital.
La Eucarística fue concelebrada por el Pbro. Santiago Granillo, Capellán del Colegio del Carmen y San José, el Pbro. Ricardo Ledesma, quien predicó durante la novena, y el Pbro. Edelmiro Herlein, Párroco del Inmaculado Corazón de María, a cuya jurisdicción parroquial pertenece el Colegio.
El templo estuvo repleto de fieles devotos, alumnos y docentes del colegio y amigos de la comunidad de las Hermanas Carmelitas, a quienes el Obispo encomendó la misión de ser imitadores de María, y para ello, “en este día tenemos que renovar nuestro compromiso”, dijo. También se dirigió de manera especial a los docentes presentes, a quienes pidió que “amen cada vez más a los alumnos, para que lo traduzcan en una educación integral, que parte de un ejemplo de vida. Aquí están las Hermanas Carmelitas Misioneras, y el colegio debe cultivar en los niños y adolescentes esta vocación misionera, la actitud de María como servidora de la humanidad y hacer que nuestra fe se exprese cada vez más en los servicios a los semejantes”.
“En esta celebración, unos hermanos van a recibir la imposición del escapulario, y eso significa que se comprometen a ser como la Virgen. Tenemos que ser engendradores de la fe en los otros, cuidadores de la fe de los demás, tenemos que ser sanadores de la fe”, afirmó Mons. Urbanc.
Antes de finalizar la misa, el Obispo llamó frente al altar a quienes se les entregó el escapulario y recibieron una bendición especial.
Posteriormente se llevó a cabo la procesión con la venerada imagen de la Virgen del Carmen por las calles aledañas al colegio para manifestar la devoción a la Madre de Dios que siempre guía y protege a su pueblo.
Participaron junto a los sacerdotes, religiosas y fieles en general, las banderas de ceremonia y los alumnos del Nivel Primario, quienes cantaron y acompañaron alegremente el paso de la Madre del Carmelo.
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