El 14 de junio de 1977 fue secuestrado y desaparecido el sacerdote Mauricio Silva, quien repartía su día entre sus funciones pastorales y su oficio de barrendero, en Buenos Aires.
En su honor, se conmemora desde el año 2014 el Día del Barrendero. En este contexto, ayer se realizó en la Iglesia Catedral de San Juan una misa con las personas que hacen este trabajo en la Capital. Hubo bendición de las herramientas de trabajo de los barrenderos.
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