El padre Mauricio Silva será recordado en una Eucaristía, prevista para el próximo miércoles 14 de junio a las 15.30 en Plaza Constitución, en el marco del Día Nacional del Barrendero.
El padre Mauricio Silva, sacerdote detenido desaparecido por su compromiso con el Evangelio y los trabajadores, será recordado mañana, miércoles 14 de junio, en la Plaza Constitución, en el contexto del Día Nacional del Barrendero.
La misa por los cartoneros y barrenderos está prevista para las 15.30 y es convocada por la Carpa Misionera del Decanato de Constitución, que es uno de los cinco en los que está organizada la Vicaría Centro de la Arquidiócesis de Buenos Aires.
La memoria del sacerdote de la Fraternidad de los Hermanitos del Evangelio se produce en el marco de un nuevo aniversario del secuestro y desaparición del religioso, en momentos en que se desempeñaba como barrendero en un corralón municipal del barrio porteño de Flores.
Mauricio Silva nació en Montevideo, Uruguay, el 20 de septiembre de 1925, en el seno de una familia de escasos recursos, y fue ordenado sacerdote en 1951 en la arquidiócesis de Córdoba, adonde había ido a estudiar desde 1948 por disposición de sus superiores de la congregación salesiana.
El religioso estuvo luego en la Patagonia, en la obra salesiana de Puerto San Julián, donde desarrolló una tarea evangélica y social importante. Fue amigo del fallecido obispo neuquino Jaime de Nevares, y trabajó en La Rioja con el hoy beato Enrique Angelelli. Más tarde, se acercó a un grupo de personas sin hogar ("cirujas" se los llamaba entonces) en Rosario y terminó por recalar en Buenos Aires, donde consolidó su idea de trabajar en la calle.
A comienzos de los años 70, el padre Silva se integró a la Fraternidad de los Hermanitos de los Pobres, inspirada en la vida del religioso francés Charles de Foucauld, y dedicada por completo al servicio de los más necesitados.
El padre Silva fue secuestrado la mañana del 14 de junio de 1977, mientras realizaba tareas como barrendero municipal en la esquina de Terrero y Magariños Cervantes, en el barrio porteño de Flores. Desde entonces, no se tuvieron más datos de su paradero y la Fraternidad de los Hermanitos del Evangelio pidió en 2007 a la Justicia investigar su desaparición.
En 2014, el Congreso Nacional sancionó una ley que fijó el 14 de junio como día Nacional del Barrendero, en homenaje a ese sacerdote salesiano uruguayo que había desempeñado ese oficio. La autora de la iniciativa fue la entonces diputada nacional del FpV-Movimiento Evita, Adela Segarra.
La fecha conmemorativa, explicó la legisladora, busca homenajear a los barrenderos que, "cada día, realizan una tarea abnegada que no es siempre bien valorada” y reconocer, "en el hermano Mauricio Silva, a todos los trabajadores que, de acuerdo con el informe de la Conadep, fueron el blanco favorito de la dictadura militar”.
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