Cayo Fernández, gestor cultural y músico correntino, relató a época que durante la Semana Santa compartieron la misa chamamecera en algunos pueblos del Corredor de las Misiones Jesuíticas en la provincia.
La Semana Santa se vivió de manera especial y con identidad chamamecera en la localidad de Gobernador Virasoro, y en particular en San Alonso y San Carlos que forman parte del Corredor Jesuítico Guaraní. Cayo Fernández, fiel discípulo del padre Julián Zini e impulsor de las primeras misas chamameceras en suelo correntino, resaltó para época: "Nos pone muy felices cómo de a poco va extendiéndose la idea de la misa chamamecera".
Esta idea que ahora encabeza el músico correntino, acompañado por otros, se gestó y tuvo gran acompañamiento del padre Julián Zini. Este legado no tiene otro objetivo más que el de vivir la Santa Misa con chamamé. "Litúrgicamente hablando, sería una misa con animación chamamecera porque todo el ministerio musical es con chamamé", definió el gestor cultural.
Cayo se encarga de redactar los guiones y luego recitarlos. "La particularidad que tiene esta propuesta es que, además de las canciones, el guion de la celebración está en versos y estos son recitados por el guionista, escrito y pensado, por supuesto, en relación a las lecturas del día, el Evangelio, los momentos que tiene una misa y su calendario, como la Semana Santa, por ejemplo, que este año participaremos en la ruta de las misiones jesuíticas de Corrientes", detalló. Asimismo resaltó que también está vinculado con el lugar geográfico y su historia.
Con este formato se busca "unir fe y realidad, cultura e idiosincrasia con religiosidad. Este modo particular que tenemos, los que somos del área guaranítica -y me refiero a todo un universo cultural en el que se conjugan gestos, códigos, elementos y valores singulares- tiene todo que ver con lo que nos pide el Concilio Vaticano Segundo, que por cierto está cumpliendo 50 años por estos días, y se trata de poner en la misma sintonía los tiempos de la Iglesia con los tiempos de cada lugar", explicó a modo de síntesis. "Lo importante es ver qué tiene cada comunidad y trabajar desde allí y predicar desde allí".
¿Desde qué año, aproximadamente, se lleva adelante?
Esta misa no es nada nueva, es la continuación de lo que hacía el padre Julián Zini en su diócesis. Él fue quien inició todo este movimiento. Recordemos que él es hijo del Concilio. La primera misa fue en Mercedes, en esa geografía donde predicaba Julián. La hicimos en 2019 en Corrientes Capital con él, inclusive. El 25 de noviembre en el marco de las fiestas patronales de Santa Catalina, allá en el barrio Doctor Montaña, vino desde Mercedes para acompañar este entusiasmo nuestro.
"Luego vinieron otras y fuimos a San Luis del Palmar, también en algunos barrios de la ciudad de Corrientes, inclusive gracias a la propuesta del cura Luis Molina fuimos el ministerio musical de la misa crismal en la Catedral de Corrientes en 2021", precisó. "Ahora esta Semana Santa estamos en la ruta de las misiones jesuíticas correntinas. Ya estuvimos en las Ruinas de la Capilla Jesuítica Guaraní de San Alonso, luego San Carlos y cerramos con el pregón pascual en Virasoro", destacó.
¿Cuál es el significado que tiene y quiénes participan o pueden participar?
El que anda detrás de esto, contagiando y con ganas de que escuchemos chamamé en la misa y pueda tener un formato más identitario, local y personalista, soy yo. No es un grupo estable porque la idea es ir sumando y sembrando con otros músicos e interesados en general, para que luego, el día que yo no pueda asistir, ellos lo hagan de todos modos y que quede eso allí, floreciendo y que a su vez ellos contagien a otros y así.
Valioso tesoro
En otro tramo de la entrevista, Cayo confió: "Julián y Rosita Leiva me han compartido todo el material que existe acerca del cancionero para las misas, para cada momento del año, y eso no puedo guardarlo para mí. Debo hacer lo mismo: compartirlo para que se agrande y así cada domingo o fiestas de guardar en la provincia de Corrientes, sabremos que en alguna Iglesia estará sonando algún chamamé".
También dijo: "Hay que destacar y agradecer también a los amigos músicos e interesados que siempre acompañan. En este caso vino un amigo de Brasil, de Panambí, que es Jorge Rodrigues, él es acordeonista y un eximio músico que se hizo el tiempo y puso sus energías para esta ocasión. Él es de los pueblos misioneros que se encuentran en Brasil y se identifica además con todo esto. Estuvo toda la semana en Virasoro para ensayar y poder participar de estas misas", describió Cayo. "Luego están los anfitriones, dos amigos de la localidad que podemos decir son la primera siembra, ahora les toca a ellos contagiar a otros. En guitarra base y primera voz está Dalvin Cabral, y en segunda guitarra y voz Gustavo (Gusty) Acevedo. Cayo Fernández agradeció "a los curas Javier Sánchez y Andrés Rojas, al seminarista Ricardo Lezcano y a toda su comunidad. "Ellos nos abrieron las puertas para que la propuesta se realice; todos se han puesto a disposición para hacer posible y juntos esta realidad", cerró.
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