Sergio Rubin

El presidente Javier Milei reveló que mantiene “charlas” con el Papa Francisco en los que siempre están presente “de pobreza, de situaciones de vulnerabilidad” en el país y también contó que la ministra de Capital Humano, Sandra Petovello, le envía periódicamente al pontífice reportes sobre la situación social “para que esté al tanto y no le llegue información distorsionada”.

“Tengo formas de comunicarme con el Papa. Tuve algunas charlas que fueron fantásticas”, dijo el presidente durante una entrevista con el canal de noticias La Nación Más en la que negó que las críticas del arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, en el tedeum por el 9 de Julio “no fueron un torpedo” contra el gobierno y se mostró contemplativo ante esos cuestionamientos.

En cuanto a las charlas con el Papa, Milei detalló que cuando hablan de todo lo que tiene que ver con la situación social, “que con temas muy profundos, muy complejos,  entonces él tiene esa grandeza de meterle algún chiste para relajar un poco porque estar todo el día palo y palo con estas cuestiones tiene su costo” porque “tiene un sentido del humor muy interesante”.

Al ser consultado sobre el último mensaje de García Cuerva, consideró que “cuando la Iglesia hace alguna crítica hay que entenderla desde los zapatos desde los cuáles habla; debemos ponerla primero en ese lugar, en lo que representa una institución como la Iglesia”.

“Por el otro lado, hay críticas que hace la Iglesia como por ejemplo las del otro día en la catedral que puedo asegurar que no eran un torpedo a nosotros”, afirmó y criticó severamente a quienes se dieron ese sentido.

Mencionó entre ellos a “los medios, es decir, los resentidos del círculo rojo, los analógicos, los que atrasan, los que en algún momento fueron importantes y hoy el rating les da la espalda y no se dan cuenta que se les pasó el cuarto de hora, los que apostaron por otros candidatos, aún cuando se dicen que están de este lado, que toman esas y las interpretan de una manera y no con el sentido que el que fueron hechas”.

“¿Y por qué lo hacen?”, se preguntó y se respondió: "Bueno, porque la idea es pegarle siempre al que está arriba. Los mediocres, en lugar de tratar de subir por sus propios méritos, tratan de bajar al que está arriba para que estén todos parejos”.