Milagro en Lourdes: Iglesia da reconocimiento oficial a milagro número 71 en la historia del santuario

Milagro en Lourdes: Iglesia da reconocimiento oficial a milagro número 71 en la historia del santuario

Un siglo en espera: el 71.º milagro de Lourdes de John Traynor finalmente fue reconocido

 

El mundo de la fe a menudo opera en una línea de tiempo diferente, y la historia de John Traynor, un soldado británico que se curó milagrosamente en Lourdes, es un testimonio conmovedor de ello. Si bien su curación ocurrió en 1923, la Iglesia Católica lo reconoció oficialmente como el 71.º milagro de Lourdes recién en 2024, 101 años después.

La trayectoria de John Traynor estuvo marcada por el sufrimiento, la resiliencia y una fe inquebrantable. Nacido en Liverpool de madre irlandesa, se alistó en la Marina Real al comienzo de la Primera Guerra Mundial. El brutal conflicto lo dejó gravemente herido en múltiples ocasiones. Traynor fue herido por primera vez cerca de Amberes en 1914 y luego sufrió heridas devastadoras durante la desafortunada campaña de Galípoli en 1915. En 1923, Traynor estaba paralizado, epiléptico y parcialmente ciego, con un cuerpo destrozado por numerosas cirugías fallidas.

A pesar de su salud deteriorada y el escepticismo tanto de los médicos como del clero, Traynor se unió a una peregrinación a Lourdes, acompañando a la delegación inaugural de la archidiócesis de Liverpool. Su determinación desafió el pronóstico médico y el consejo de quienes lo rodeaban, ya que creía firmemente que si iba a morir, Lourdes era el mejor lugar para hacerlo.

El 25 de julio de 1923, Traynor experimentó lo que más tarde se consideraría milagroso. Después de sumergirse en la piscina de Lourdes y participar en la procesión eucarística, se sintió completamente curado. La transformación fue inmediata e innegable. Los profesionales médicos presentes en la peregrinación confirmaron su recuperación en el lugar.

 

Al regresar a Liverpool, la vida de Traynor asumió una nueva misión. Se dedicó a servir a los demás y se convirtió en camillero en las peregrinaciones anuales a Lourdes hasta el estallido de la Segunda Guerra Mundial. Su salud robusta, su actitud humilde y su fe firme se convirtieron en una fuente de inspiración para quienes lo conocieron.

La curación de Traynor se presentó por primera vez a la Oficina de Constataciones Médicas en 1926, donde se examinó meticulosamente. Sin embargo, la Iglesia tardó más de un siglo en declararla formalmente un milagro, una decisión anunciada por el arzobispo Malcolm McMahon de Liverpool en 2024.

Lo que hace que esta historia sea tan convincente no es solo la curación milagrosa en sí, sino también la vida que llevó Traynor después. A pesar de sus dificultades físicas, se mantuvo virtuoso, desinteresado y profundamente fiel. Su devoción sencilla pero profunda a la Virgen María y a la Eucaristía tenía raíces en la piedad de su madre, que dejó una marca indeleble en él.

La historia de John Traynor es más que un relato de intervención divina: es una narración de la perseverancia humana, el poder perdurable de la fe y los misterios de la gracia. Hoy, su milagro sirve como recordatorio de la esperanza y el potencial de transformación, incluso cuando todo parece perdido.

En Lourdes, donde millones de personas han buscado consuelo y sanación, el reconocimiento de este milagro número 71 agrega otro capítulo al legado del santuario, afirmando que la fe a menudo avanza a su propio ritmo, pero siempre con un propósito.

En este enlace se puede conocer el posicionamiento del Santuario de Lourdes y a continuación el pronunciamiento oficial del arzobispo de Liverpool:

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Malcolm

Arzobispo de Liverpool

Declaración sobre el Caso de John Traynor

En Agosto de 1993, apareció en primera plana un artículo en Catholic Pictorial con el título: “¿Es nuestro hombre un milagro?”. Se refería a la curación de John (Jack) Traynor en Lourdes en 1923 y a la posibilidad de que esta curación pudiera ser declarada oficialmente milagrosa. El artículo añadía que “desde que el veterano de la Primera Guerra Mundial se curó instantánea y dramáticamente durante la primera peregrinación arquidiocesana al santuario de Nuestra Señora… muchos han creído sin cuestionamientos que el acontecimiento fue milagroso”. El arzobispo Derek Worlock añadía que “no hay duda de que la gente de Liverpool cree que Jack Traynor se curó milagrosamente y, personalmente, no dudaría en declarar la curación como un milagro si se cumplen las condiciones adecuadas”.

A pesar de la creencia popular en Liverpool de que la curación de John Traynor, de epilepsia, parálisis del brazo derecho y paraplejia, fue milagrosa, nunca hubo una declaración eclesiástica oficial en ese sentido. Lamentablemente, el intento de 1993 de reconsiderar el caso Traynor fracasó, como lo habían hecho los anteriores, porque se pensó que no había pruebas contemporáneas suficientes para establecer que la curación de John Traynor no podía atribuirse a intervenciones médicas o explicarse de acuerdo con la ciencia médica.

En el momento de nuestra peregrinación centenaria a Lourdes en 2023, el actual presidente de la Oficina de Observaciones Médicas de Lourdes (BdCM), el Dr. Alessandro de Franciscis, pidió al Dr. Kieran Moriarty, miembro inglés del Comité Médico Internacional de Lourdes, que realizara una revisión del expediente de John Traynor guardado en los archivos de Lourdes. El Dr. Moriarty descubrió en el expediente una referencia a un informe del Dr. Vallet, entonces presidente interino de la BdCM, que había sido publicado en Journal de la Grotte en Diciembre de 1926. El Dr. Vallet examinó a John Traynor en Julio de 1926, junto con los tres médicos (los Dres. Azurdia, Finn y Marley) que habían examinado a John Traynor en Lourdes en 1923, tanto antes como después de su curación. Su informe concluía que: “Reconocemos y proclamamos, junto con nuestros Cohermanos, que el proceso de esta prodigiosa curación está absolutamente fuera y por encima de las fuerzas de la naturaleza”. El informe del Dr. Vallet, que se publicó en francés, parece que nunca se envió a Liverpool y, de hecho, nunca se remitió a los obispos diocesanos ninguna posible curación milagrosa desde Lourdes entre 1913 y 1946.

El Dr. Moriarty continuó su investigación en nuestros propios archivos arquidiocesanos y en otros lugares, reuniendo un amplio dossier de evidencias, y en particular evidencias médicas contemporáneas, relacionadas con la curación de John Traynor. Este dossier nos lo envió Monseñor Jean-Marc Micas, obispo de Tarbes y Lourdes, durante el verano. Estaba claro que ahora había evidencias médicas suficientes para reconsiderar la posibilidad de que la curación de John Traynor pudiera ser declarada milagrosa. En consecuencia, convoqué una comisión canónica dentro de la archidiócesis para que examinara este caso. Esta comisión se reunió aquí en Liverpool el 29 de Noviembre, con la comparecencia del Dr. Moriarty y del Dr. de Franciscis como testigos.

Teniendo en cuenta el peso de las evidencias médicas, el testimonio de fe de John Traynor y su devoción a Nuestra Señora, declaro con gran alegría que la curación de John Traynor, de múltiples afecciones médicas graves, debe reconocerse como un milagro obrado por el poder de Dios a través de la intercesión de Nuestra Señora de Lourdes.

 

Tengo esperanza de que en Febrero de 2025, durante el Año Jubilar, tengamos una celebración adecuada en la Catedral Metropolitana para marcar este momento significativo en la historia de nuestra archidiócesis, que nos ayude a todos a responder al llamado del Jubileo a ser “Peregrinos de la Esperanza”.

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