La celebración eucarística fue en la basílica de Guadalupe. Mañana, martes 20 de junio, habrá repique de campanas por las catequistas asesinadas y por todas las víctimas de la violencia.
El cardenal Carlos Aguiar Retes, arzobispo de México, acompañado de sacerdotes jesuitas, presidió este domingo 18 de junio, en la basílica nacional de Nuestra Señora de Guadalupe, una misa especial por los jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, asesinados el año pasado en el templo de Cerocahui, en la Sierra Tarahumara. Durante la ceremonia, el purpurado hizo un llamado a la reconciliación: “Pedimos por las víctimas de la violencia en sus distintos aspectos”.
También en las iglesias se celebró una misa especial por las víctimas de la violencia en el país y se pidió por las personas desaparecidas, y ante el llamado de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), feligreses llevaron fotografías de sus familiares a la celebración.
Durante la homilía, el cardenal Aguiar dijo que “es necesario iniciar por la propia casa y sociedad, para pasar a la relación ciudadana, con un ambiente político donde se escuchen todas las propuestas y se decidan las mejores políticas públicas que propicien relaciones respetuosas entre los ciudadanos” y explicó que en este día “encomendamos a Dios a migrantes, desparecidos, familias y familiares de los fallecidos a causa de la violencia”.
En la ceremonia se pidió por quienes “nos gobiernan” para que lleven a una alternativa de desarrollo con una paz duradera, por las víctimas de violencia, desaparecidos y familiares, y por quienes colaboran en asociaciones civiles por la paz.
“La violencia en México no es cosa nueva, es uno de los mayores flagelos que nos lastiman desde hace años, y parece que no tenemos tregua, sino que más bien, se agudiza. Miles de víctimas de la violencia en México se acumulan, asesinados y desaparecidos, cuerpos sin identificar, fosas clandestinas, son expresiones de este terrible mal que padecemos”, advirtió el semanario Desde la Fe.
La publicación recordó que el 20 de junio de 2022, en la Iglesia de Cerocahui, los jesuitas Javier y Joaquín, intentaron salvar la vida de Pedro Palma, pero un criminal lo mató, así como a los dos misioneros que intentaron disuadirlo. “Esta sangre derramada se unió a la de miles de víctimas, amplificó el reclamo de justicia, el cese de la impunidad y la violencia, y se convirtió en llamada para reforzar o sumarnos a la tarea de construir la paz”, agregó.
“Reconocemos que las causas de la violencia en México son diversas y complejas: injusticia, corrupción, desigualdad y polarización, son algunos fundamentos de ésta; que, en tanto su gran complejidad, requieren de acciones complejas”. Hoy exigimos acciones que nos den seguridad, que nos ayuden a no sentirnos amenazados todo el tiempo, que nos permitan y permitan encaminarnos a la paz, indicó.
A un año del asesinato de los sacerdotes jesuitas, perpetrado el 20 de junio de 2022, la CEM pidió que a las 15 del martes, repiquen por un minuto las campanas de los templos y capillas, en memoria de las víctimas de la violencia en México y como clamor por la justicia.
Oraciones y repique de campanas
El martes 20 de junio, a las 15 hora local, las campanas de las iglesias y capillas de todo México repicarán durante un minuto como signo para exigir justicia y testimoniar el compromiso común de la comunidad eclesial por la paz.
Así lo pide el episcopado mexicano, ante la violencia generalizada que sigue asediando al país y que este jueves 15 de junio se manifestó en el brutal asesinato de los dos catequistas, de la etnia triqui, que fueron asesinadas mientras se dirigían a una procesión eucarística en el estado de Oaxaca, escenario de violentos enfrentamientos entre grupos armados.
“Reconocemos su entrega y sacrificio y les rendimos homenaje por la noble labor realizada con valentía”, se lee a propósito de las dos catequistas en el comunicado emitido por el episcopado mexicano, junto con la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México y la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús.
Gertrudis Cruz de Jesús y Gliserina Cruz Merino, catequistas de la parroquia de San Juan Bautista Copala, en la diócesis de Huajuapan de León, fueron asesinadas por hombres armados. La fiscalía general del estado de Oaxaca ha declarado que las jóvenes se encontraban en un vehículo militar por razones de seguridad y para “proteger su traslado” cuando sufrieron una emboscada en la zona de Cruz Chiquita, perteneciente a Yosoyuxi, Copala, Santiago Juxtlahuaca.
El violento ataque tuvo lugar justo tres días antes de la jornada de oración convocada por la Iglesia en México por las víctimas de la violencia, los desaparecidos y por la paz en todo el país.
Comentá la nota