La tradicional celebración de la Iglesia Católica recordó al cardenal Eduardo Pironio quien fuera su impulsor y será beatificado. Miles de fieles participaron de la movilización que concluyó con una misa en las escalinatas de la Catedral.
Con una gran convocatoria, se realizó hoy la 50° edición de la Marcha de la Esperanza, tradicional celebración de la iglesia católica en Mar del Plata.
En esta oportunidad, la movilización de fieles tuvo el plus de que fue la primera que se realizó luego de que se confirmara la beatificación del ex obispo Eduardo Pironio, quien fuera el impulsor de la Marcha en 1974.
Con la vigencia de ese legado y la alegría que caracteriza a la celebración, la marcha unió la Gruta de Lourdes con la Iglesia Catedral de Mar del Plata, pasando por diferentes parroquias.
Homenajes a la Beatificación de Pironio, alegres cánticos a la Virgen, agradecimiento y testimonios de esperanza formaron parte de la celebración que culminó a la noche con la misa en la Catedral.
Familias enteras, adultos mayores, madres con bebés en brazos, personas caminando descalzas, sacerdotes y muchos jóvenes fueron parte de la Marcha de la Esperanza 2023.
Bajo el lema “Con María misioneros en la esperanza”, la peregrinación tuvo el recorrido tradicional, como primer parada la parroquia San Antonio en Elpidio González 203, luego en la parroquia Jesús Obrero en Lisandro de la Torre 790, de ahí a la parroquia San José, en Matheu 3351y la anteúltima parada que fue la Asunción de la Santísima Virgen en Santa Fe 2973.
Los organizadores estimaron una participación récord que se pudo visibilizar claramente en el “paso de la Virgen” que se realizó en la diagonal Lisandro de la Torre y también en el centro a lo largo de Rivadavia. En esos momentos la marcha se abre en dos, y la imagen de la Virgen pasa hasta el final y luego vuelve a “caminar y encabezar” la peregrinación. Visiblemente emocionados, con los pañuelos saludando a la Virgen y al canto “Virgen María pasa por aquí”, se constituye en uno de los momentos más emotivos de la tarde.
Miles de personas siguieron además la transmisión de las radios y las redes del obispado, viviendo intensamente el relato que desde la Catedral animaban a los peregrinos. Algunos vecinos saludaban el paso de la Virgen con pétalos de rosas al paso por su propia casa.
Foto:@dronmardelplata
Como datos salientes, en la parroquia de Jesús Obero se exhibió una muestra de imágenes de la primera Marcha de la Esperanza. Otro momento emotivo se vivió en la parroquia de la Asunción de la Santísima Virgen, lugar en el que se hace 16 años se gestó el milagro del cardenal Eduardo Pironio. Allí, ayer se acercó una imagen del ex obispo a la parroquia para simbolizar aquel momento.
Una de las costumbres en las primeras marchas era el encendido de antorchas en Luro y Santa Fe para iluminar el resto del recorrido hacia la Catedral. En la marcha de ayer, hubo un encendido simbólico en el lugar para rememorar el origen de le celebración.
Al llegar a la Catedral, y con una masiva participación, comenzó la misa en las escalinatas de la Catedral. Durante la homilía el administrador diocesano, Luis Albóniga destacó los 50 años la marcha de la Esperanza creada por Pironio y dijo: “Celebramos con alegría esta marcha de oro y celebramos también con alegría este fruto de santidad de nuestra diócesis de la iglesia que es la beatificación del cardenal Eduardo”.
En la homilía, al sacerdote destacó el concepto de “ponerse en marcha para que juntos construir el mundo una ciudad que sea adecuada para todos, un mundo mejor para todos”. Además, puntualizó en palabras de Jesús “que nos dice que ‘estemos vigilantes’. Estar vigilantes es la actitud de la esperanza”.
“La esperanza no es solo una actitud pasiva respecto del futuro que queremos que sea de una manera ideal. Sino que es la actitud “activa” de quién sabe que Dios está obrando el futuro en el presente, en el misterio de nuestra vida y de nuestros dolores y nuestras dificultades personales, familiares, de la ciudad y como país”, puntualizó.
Vigencia
La Marcha de la Esperanza surgió en 1974 cuando un grupo de jóvenes provenientes del Movimiento Juvenil Diocesano y la Acción Católica de la Parroquia San José, coincidieron en la importancia de organizar una peregrinación mariana que, hundida en las raíces de la devoción popular a la Virgen María, expresara en forma pública la fe.
Eduardo Pironio, en ese entonces, obispo de la Diócesis, le dio el impulso necesario para la celebración que se convirtió en un clásico. Muchos de los participantes de aquella primera marcha coincidieron en la edición 50° con el inevitable recuerdo del paso de Pironio por la ciudad.
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