Con la consigna de defender a madres y a hijos por nacer y en contra de los proyectos legislativos, se realizó una marcha entre Plaza Italia y la Facultad de Derecho.
Con miles de asistentes que reclamaron al unísono "sí a la vida, no al aborto", se desarrolló la denominada Marcha de la Vida en distintos puntos del país. En el centro porteño, los barrios de Palermo y Recoleta fueron el epicentro de una movilización que congregó a familias, jóvenes y abuelos para rechazar la despenalización del aborto y priorizar, en cambio, "la vida de los dos", tanto del hijo como de la madre.
Lucila vestía una remera blanca que llevaba impresa la imagen de una ecografía en la que asomaba un feto. Se trataba de su hermano menor. "Estoy acá para defender a nenes como él, que no pueden hablar todavía, pero que quieren vivir", dijo orgullosa la joven de 15 años mientras comenzaba a dar los primeros pasos de la marcha que partía desde Plaza Italia.
Tanto la adolescente como cientos de presentes blandían fervorosamente banderas argentinas y pancartas con leyendas como "sí a la vida" y "vale toda la vida". A medida que la alegre columna avanzaba por la avenida Sarmiento y ocupaba un par de carriles hacia el río, algunos automovilistas hacían sonar las bocinas en apoyo a la iniciativa.
"Nada justifica que se mate a un ser inocente. Estoy totalmente en contra del aborto, por eso estoy acá", enfatizó Adriana Ronco, vecina de Vicente López que acompañó la movilización desde el comienzo justo en la fecha en que se conmemoraba el Día Mundial del Niño por Nacer.
Cada 50 metros había un nuevo grupo que se sumaba a la marcha. Llegaban caminando o descendían de algún ómnibus escolar decorado con imágenes de embriones en pleno desarrollo. "Somos de la Parroquia San Antonio de Padua de San Miguel", contó una mujer que, apresurada, quería sumarse a la masiva caminata. Portaba un cartel en el que se leía: "Siempre por la vida. #Ni uno menos". Fieles católicos y evangelistas acompañaban el recorrido.
Silvia Luchetti es médica y fue contundente ante la consulta de la nacion: "Estoy a favor de la vida y en contra de la muerte". Y continuó caminando hasta el cruce con la Avenida del Libertador, donde otro nutrido grupo aguardaba ansioso por participar de la caminata hasta los alrededores de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA). En la Plaza Rubén Darío se hizo el acto oficial del evento. Según estimaron los organizadores, al menos 50.000 personas participaron de toda la marcha.
Dos familias de amigos oriundas de la ciudad bonaerense de Pergamino caminaban con algarabía por uno de los cuatro carriles de la Avenida del Libertador que habían sido ocupados por los manifestantes. Contaron a la nacion que llegaron solo para ser parte "de esta movida" porque no quieren "que se legalice la muerte". Los más pequeños llevaban banderas escritas a mano a favor de la vida.
Desde la organización Unidad Pro Vida enfatizaron: "Necesitamos propuestas superadoras e integrales para la mujer vulnerable y el niño por nacer".
Carlos Lorenzo, uno de los organizadores, que integra un grupo "provida", dijo a la nacion: "Estamos muy conformes con la repercusión. Hay más de 200 marchas en todo el país. Queremos que quede en claro que esto se trata también de ayudar a las madres, de cuidarlas. De brindarles una contención para que sepan adónde recurrir ante una situación complicada. Porque queremos que se salven las dos vidas: tanto la del niño como la de la mujer".
El acto
Cerca de las 17, el punto de encuentro frente a la Facultad de Derecho comenzaba a tomar color. Viviana, Carlos y sus tres hijos de 3, 5 y 9 años permanecían sentados a un costado del escenario aprovechando la suave brisa que devolvía la soleada tarde. "Queremos decirles a los legisladores que hay argentinos que no queremos la muerte, que venimos a defender a quienes no tienen voz", dijo el padre de la familia.
María José Müller está embarazada de 14 semanas y días atrás se manifestó con una emotiva carta respecto del aborto: "No es una vida o la otra vida. Queremos las dos vidas". Ayer dio su presente en la marcha y reflexionó: "Un sector se autoconvocó para decir que está a favor de la vida, con un mensaje de paz y de alegría".
Más cerca del escenario, una quincena de adolescentes mujeres, que se sumaron a la marcha desde La Plata, movían enérgicamente una bandera que rezaba: "La vida es el primer derecho del humano".
Tal como se había anunciado, entre los expositores no hubo representantes de ningún partido político ni vinculados con ninguna religión. La primera en hablar fue la médica Soledad Otazua, que explicó, mientras señalaba la maqueta a escala de un bebé de entre 12 y 14 semanas de gestación llamado "Alma" y que fue protagonista a lo largo de todo el recorrido, de qué se trata el proceso de desarrollo. Luego, una decena de profesionales médicos de instituciones privadas y públicas se hicieron eco de un manifiesto científico que leyeron dos de ellos.
El resto del acto tuvo testimonios diversos frente a la multitud. Una joven que había sido mamá a los 17 años contó, por ejemplo, que decidió continuar con su embarazo pese a que le decían que abortara.
Alejandro Geyer, coordinador nacional de la marcha, dijo tras cerrar el acto: "Es innegable la defensa de la vida que tienen los argentinos". Y agregó: "Los políticos no hablaron de esto en sus campañas. No estamos hablando de cambiarle el sentido a una calle, sino que se trata de la vida de miles de personas". Y reflexionó: "La gente tiene que ponerse de pie".
Una multitudinaria marcha llamó en Córdoba a "honrar la vida" y convocó a "acompañar y sostener a las mujeres que llevan adelante embarazos en circunstancias difíciles, dramáticas o incluso no deseadas".
En Rosario, varios centenares de personas, en su mayoría parejas jóvenes con hijos pequeños y militantes cristianos, marcharon desde la céntrica Plaza 25 de Mayo, frente a la Catedral, hasta el Monumento Nacional a la Bandera, a orillas del río Paraná.
Comentá la nota