Fuentes eclesiásticas consultadas por VR dicen "no entender" como el gobierno opta por el exdiputado Francisco Sánchez, una persona que ha insultado al Papa, para un puesto clave para una visita de Francisco al país; y con palabras ofensivas a los credos.
La Iglesia no ocultó su malestar por la decisión del gobierno de Javier Milei de elegir al ex diputado por Neuquén Francisco Sánchez, uno de los referentes bullrichistas en lo que fue el bloque de Juntos por el Cambio (JxC), para que ocupe la Secretaría de Culto, un espacio de poder muy sensible dentro de Cancillería y clave para las relaciones con los credos y para la organización de un eventual viaje del Papa Francisco al país.
Fuentes eclesiásticas consultadas por VR dicen "no entender" la decisión de la canciller Diana Mondino, quien opta por una persona que "ha insultado al Papa y ha tenido expresiones ofensivas contra el judaísmo y el islam".
Las fuentes hacían referencia a un posteo que Sánchez escribió en sus redes sociales por la decisión del Papa de nombrar al ex juez de la Corte Suprema de Justicia Eugenio Zaffaroni como directivo de un instituto vaticano que se ocupa de la investigación y promoción de los derechos sociales, la migración y el colonialismo.
"Como católico, todo mi repudio a la designación de un ser oscuro como Zaffaroni en el Vaticano. No tiene explicación política y mucho menos teológica la promoción del Mal. Caso de estudiosos encontrar un Papa que haya hecho tanto daño", posteó el 19 de agosto del año pasado el ahora propuesto para la Secretaría de Culto.
Sánchez se hizo conocido en medio de una polémica porque había presentado un proyecto de pena de muerte y en particular quería aplicarlo con Cristina Kirchner. Luego se retractó.
Entre la primera y la segunda vuelta electoral en la que Milei le ganó a su ahora ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se manifestó "sin condiciones ni especulación alguna” por la candidatura presidencial de Javier Milei, de La Libertad Avanza (LLA)".
La secretaría de Culto fue en el último tiempo objeto de todo tipo de especulaciones porque desde el Vaticano y desde los distintos credos reclamaban que se nombrara pronto una autoridad por parte de la Cancillería.
Sanchez negaba el sábado que iba ocupar ese cargo a sus íntimos, pero ya sabía que lo querían para ese puesto.
Por otro lado, su designación, que ya es un hecho, no habría caído bien en todos los credos. De hecho, en Twitter ya rueda una entrevista muy comprometida que le hizo joven libertaria Delfina Meza "Wagner" (optó por un apodo alemán) en la ella afirma que el "sionismo" domina el mundo. Lejos de confrontarla, Sánchez enumera como parte de esa conocida y controvertida teoría antisemita a George Soros, a Henry Kissinger y a los Rockefeller. También habla despectivamente de los gays.
Hay otro episodio no menor. En octubre de este año emitió un tuit muy controvertido para la colectividad musumana. "Hoy se cumplen 452 años, en que las fuerzas católicas vencieron a los otomanos en la batalla de Lepanto. Buen día para recordar la gesta que salvó a la cristiandad y a Occidente todo, de las hordas islámicas. Espero que el mundo encuentre rápidamente la Paz", escribió en su red.
También hay ansiedad institucional para que Milei y Mondino nombren al futuro Embajador en el Vaticano. Ello deberá ser confirmado antes del viaje del presidente a verlo al Papa Francisco, en febrero.
En las últimas dos semanas una danza de nombres al respecto e inclusive la ultrakirchnerita embajadora de carrera Fernanda Silva expresó su deseo de quedarse en Roma en el mismo puesto y ahora se mostraba profundamente partidaria del libertario, lo que cayó muy mal entre sus compañeros de militancia. Sobre todo porque la diplomática también pertenece a la órbita del Instituto Patria, de la ahora ex presidenta y ex vicepresidenta Cristina Kirchner.
De todas maneras a Silva ya se le pidió que regrese a Buenos Aires. Y la embajada en Vaticano está como desolada dicen quienes padecen el enojo de Silva, que aún está en Roma.
Sánchez reemplazará al secretario de Culto hasta diciembre pasado, Guillermo Oliveri.
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