Se llevó a cabo un diálogo virtual denominado “La OEA, post pandemia y la resiliencia en las Américas”, en el que participó el Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro. Donde también participó el pastor argentino Rubén Proietti, en carácter de presidente de la Alianza Evangélica Latina (AEL). Actividad que dio especial énfasis al rol de las iglesias en tiempos de pandemia, y que fue realizada en el marco del acuerdo firmado en marzo entre ambas organizaciones.
Buenos Aires.- Este martes 12 de mayo, se llevó a cabo un diálogo virtual denominado “La OEA, post pandemia y la resiliencia en las Américas”, en el que participó el Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro. Donde también participó el pastor argentino Rubén Proietti, en carácter de presidente de la Alianza Evangélica Latina (AEL). Actividad que dio especial énfasis al rol de las iglesias en tiempos de pandemia, y que fue realizada en el marco del acuerdo firmado en marzo entre ambas organizaciones.
Almagro habló acerca de la importancia de la resiliencia en los Estados de América. “Las personas resilientes salen positivamente de los traumas, sin negar la vulnerabilidad, el sufrimiento y el vacío”, sostuvo.
Además aseguró que la “única manera de sobrellevar mejor la situación es a través de un trabajo en conjunto”. En ese sentido el Secretario General de la OEA valoró el trabajo realizado “desde las iglesias a favor de las personas en situación de vulnerabilidad” y animó a los líderes cristianos “a seguir por el mismo sendero”.
Proietti, quien además es presidente de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA), indicó que, “consideramos importante, y pedimos la ayuda de la OEA, que la actividad en los templos sea considerada no solo esencial, sino prioritariamente vital”.
En ese sentido, el presidente de ACIERA aseguró que frente a los efectos que provoca esta pandemia, “las iglesias evangélicas también padecen dichos efectos”. Y enumeró algunos de los más destacados como “Cierre de templos por no poder afrontar los alquileres; El desempleo y el aumento de la pobreza; Fallecimientos de muchos pastores en donde las comunidades de fe deben seguir sin ellos; Los protocolos que restringen la libertad religiosa frente a otras actividades ante las cuales no hay control.”
No obstante, “la iglesia evangélica avanza atendiendo esas problemáticas en lo mental, emocional y espiritual”, señaló Proietti. Y mencionó que se pusieron “Templos a disposición para atención de casos leves por Covid-19 (ejemplo: Argentina poniendo a disposición 1.298 camas); Hay Templos abiertos para la vacunación contra el Covid-19 (como en Costa Rica). La distribución de miles de viandas con bolsones de comida; Voluntarios a disposición como agentes de salud y sociales; Contención a familiares y enfermos graves por Covid-19”. Éstos últimos en la mayoría de los países latinoamericanos.
Sobre la escasez de vacunas
Almagro dijo que “es preocupante” el déficit en cuanto al acceso a vacunas contra el COVID-19 en toda la región. “Esta es una urgente necesidad que debe tener una pronta solución. Ningún país estará seguro hasta que todos los países estén seguros. Nos unimos al llamado para el aumento masivo de la producción de vacunas”, abogó.
Por su parte, Rubén Proietti enfatizó que la post pandemia será el gran desafío que enfrentará el mundo. Se trata de un tiempo especial para transitar un proceso de aprendizaje que debe ayudar a “planificar juntos entre los gobiernos y organismos internacionales como lo es la OEA, en donde las iglesias evangélicas cumplen un rol de contención, asistencia humanitaria y por sobre todo el comunicar mensaje de esperanza”. En una clara alusión a la esencialidad de las actividades religiosas que incluyen el pedido de vacunación para los que ofician ceremonias eclesiásticas, atención espiritual y contención de su feligresía.
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