El portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, salió ayer al paso de las duras acusaciones de Francesca Chaouqui,imputada por las filtraciones de documentos secretos vaticanos, quien señaló al sustituto de la Secretaría de Estado, Angelo Becciu,de estar detrás de su hipotética condena "sin pruebas" por el caso "Vatileaks II".
En un comunicado, el portavoz vaticanocalificó de "inaceptables" y "susceptibles de querella" las declaraciones de Francesca Chaouqui, quien acusaba a Becciu de haber emprendido "desde el primer momento una guerra" contra ella.
Chaouqui afirmó que Becciu había difundido "un documento falso" días después de su imputación para "convencer al papa Francisco de que, a raíz de las pruebas existentes (contra ella), era necesario" arrestarla.
"Becciu se juega su puesto y, por tanto, seré condenada sin pruebas", dijo entonces Chaouqui.
Lombardi subrayó indicó que "Chaouqui realizó algunas declaraciones, de las que la prensa dio noticia, en las que realizó graves acusaciones contra el sustituto de la secretaría de Estado y dijo de él que había actuado injustamente contra ella".
Agregó que "es necesario -sin querer de ninguna forma condicionar las actuaciones del Tribunal (vaticano)- desmentir de la forma más clara posible estas acusaciones y señalar, tratándose de afirmaciones calumniosas, que son absolutamente inaceptables y susceptibles de demanda".
La exrelaciones públicas respondió al portavoz vaticano a través de la red social Facebook, subrayando que "lo calumnioso e inaceptable es lo que el Vaticano, a través de la figura del sustituto, está haciendo" en su contra, informa Efe.
Apuntó a que la supuesta guerra que Becciu ha emprendido contra ella se debe a "la herida" surgida "después de haber sido marginado en la fase más importante del pontificado de Francisco, aquella de la reforma financiera", y apeló a su inocencia, a pesar de que aquél, recalcó, sea su "verdugo".
La Justicia vaticana celebra un proceso contra cinco imputados por filtración y publicación de documentos reservados de carácter financiero de la Santa Sede.
Los imputados son, además de Chaouqui, el sacerdote español Lucio Vallejo, el administrativo Nicola Maio y los periodistas que publicaron los datos, Gianluigi Nuzzi y Emiliano Fitipaldi.
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