Líderes religiosos de las comunidades musulmana, judía, apostólica armenia y evangélica en la Argentina destacaron la "humildad" y "apertura" del papa Francisco hacia todas las religiones, lo definieron como un "aliado", "garante de paz y del diálogo interreligioso" y "líder del mundo" al mismo tiempo que contaron los cambios que trajeron sus acciones desde su pontificado, del cual se cumplirán mañana 10 años.
Por Ornella Rapallini
"Creo que todavía no entendemos la trascendencia histórica que va a tener el Papa. Todavía no tuvimos tiempo de metabolizar todas sus acciones, pero está haciendo grandes cambios en el mundo y estos cambios hay que apoyarlos y ponderarlos", comenzó contando a Télam el rector espiritual y rabino emérito de la comunidad judía Bet-El, Daniel Goldman.
Sobre la década, destacó además tres aspectos del papado: el diálogo interreligioso, su compromiso con los migrantes y con el medioambiente.
"Como arzobispo de la Ciudad de Buenos Aires, Bergoglio tenía grandes gestos en relación a cómo instrumentar un esquema de armonía y a su vez reserva por la individualidad de cada una de las tradiciones religiosas, entender que de algún modo somos diversos caminos que hemos trazado histórica, cultural y hasta antropológicamente para llegar a un mismo fin", valoró el también co-presidente del Instituto del Diálogo Interreligioso (IDI).
La creación del IDI, dirigido en conjunto por Goldman, el padre Guillermo Marcó y Omar Abboud fue acompañada por Bergoglio cuando era cardenal primado en Argentina y luego al ser pontificado.
Asimismo, el referente resaltó de Francisco su "firmeza, humildad y sabiduría".
"Es el gran hombre y paradigma de nuestro tiempo", enfatizó.
Sobre la relación de su comunidad con el líder de la Iglesia católica, explicó desde su historia particular que, hace algunos años atrás, cuando le comentó a sus padres que se iba a encontrar con el entonces arzobispo Bergoglio lo miraron de forma "rara", pero cuando tiempo después se vio en la misma escena frente a sus hijas, ellas le contestaron "qué bien".
"La diferencia es cómo este mensaje se va metabolizando en la sociedad", dijo, en el sentido de establecer puentes y que el encuentro con "el otro" sea algo natural.
"Creo que hacia eso vamos, pero va a llevar un tiempo de transformación", consideró y concluyó: "Ser testigo de esta época es algo muy promisorio".
Por su parte, el imán Marwan Gill dijo a Télam que, desde la comunidad musulmana Ahmadía que preside en Argentina, se sienten "muy identificados con el Papa", a quien definió como "un líder mundial" que los "interpela" y que "rompió muchos muros de prejuicios".
"Con el papa anterior, Benedicto XVI, tuvimos tensiones hasta el punto de que hubo casi ruptura de relaciones por ciertos comentarios que hizo sobre el Islam. Francisco cambió el panorama drásticamente, no sólo él tomó iniciativas para acercarse a los musulmanes, sino que nosotros lo consideramos un amigo, un aliado y una persona muy cercana al mundo musulmán", agregó el teólogo islámico.
Asimimo, destacó que Francisco "logró muchos momentos históricos auspiciosos": fue el primer Papa en viajar a Irak y visitar a un líder chiíta; el primero en viajar a Bahréin, el país de la península árabe del Golfo gobernado por un líder sunnita; y el primero en recibir a una delegación de la comunidad Ahmadía en el Vaticano.
"El Papa es un garante de paz y del diálogo interreligioso, tenemos mucha esperanza en él, rezamos por su salud y ojalá que se pueda mantener esa apertura", agregó al explicar que en el Islam (que significa 'paz') hay más de 70 corrientes y "diversidad y disputas internas en términos teológicos".
La comunidad que Gill representa "rechaza cualquier acto violento en nombre de la religión sin distinción, cree en la separación del Estado de la religión, en la igualdad entre el hombre y la mujer" y tiene diferencias en "la lectura e interpretación" del sagrado Corán con el mundo sunnita, como tambien en la forma de vivir la fe.
El lema de la comunidad es "amor para todos, odio para nadie", un mensaje que, para el líder islámico, está en sintonía con la tercera encíclica del papa Francisco "Fratelli Tutti".
En tanto, el pastor de "Llegar Alto Comunidad de Fe" y presidente de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (Aciera), Christian Hooft, quien publicó un mensaje junto a otros referentes religiosos en el documento "Reflexiones interreligiosas en gratitud a los 10 años del pontificado de Francisco", realizado en marzo de este año por la Conferencia Episcopal Argentina, dijo a Télam que la relación con la Iglesia Católica es de "diálogo fraterno" sobre todo en lo que respecta a problemáticas sociales.
"El diálogo no empezó ahora, fue un proceso que comenzó en 2001 cuando en medio de la crisis social y económica del país se convocó al trabajo conjunto en toda la Argentina elaborando propuestas y acercando posiciones, en las que Bergoglio lideraba la parte de la comitiva de la iglesia católica, y Aciera también participó", detalló el pastor.
Además dijo que su credo es "una fe que va creciendo dentro del cristianismo" y que existe "una alianza evangélica mundial con cientos de miles de iglesias".
Sobre Francisco, destacó que, como Papa "siguió trabajando los diálogos fraternos" y que "es reconocido por su humildad, sencillez, disposición y sentido común".
"Tenemos una comunicación muy cordial -con el Episcopado-, de acercamiento de miradas sobre el fortalecimiento de la familia, los derechos humanos, la pobreza, el cuidado del medioambiente, aunque hay diferencias en cuestiones de fe, hay un diálogo basado en los mismos valores, que también se comparten con otras fes que no son cristianas, como la comunidad judía y musulmana", concluyó.
Por su parte, el arzobispo Kissag Mouradian de la Iglesia apostólica armenia, destacó a Télam que, para su comunidad, Francisco realizó acciones importantes porque "reconoció el genocidio de los armenios oficialmente en 2015 en el Vaticano", al dar la misa por el centenario del genocidio sucedido en 1915 y "fue el primero" en hacerlo como entidad, gobierno y Estado, aunque "existieron Estados que reconocieron el genocidio, no lo hicieron tan abiertamente", aclaró.
El referente mantuvo una relación personal con Bergoglio cuando el Papa era obispo auxiliar en Buenos Aires, y en la actualidad, mantienen una relación ecuménica epistolar, vínculo que colaboró con las expresiones de apoyo.
Mouradian destacó además que el Papa "trata de ayudar" ante "el bloqueo a Nagorno Karabaj realizado por Azerbaiyán", donde hay "120.000" armenios a los que les falta alimentos y medicación.
"En su labor, Francisco busca la justicia, la paz y la convivencia entre los pueblos", valoró.
La lucha del pueblo armenio "es mantener la identidad y sus vidas", explicó.
"Lo más importante es el diálogo sincero y el reconocimiento de cada uno al otro. Cada pueblo, cada iglesia y religión representa un color del arcoíris. Divididos no somos tan bellos, en cambio, unidos, sin perder cada uno su color y su forma, sí lo somos", concluyó. (Télam)
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