"La Iglesia no puede participar en el conflicto, solo puede ser una fuerza pacificadora", dijo el patriarca ortodoxo ruso tras el encuentro con el representante papal. Destacó las gestiones de Francisco, pero no condenó la invasión ordenada por Putin.
El Patriarca Kirill, máximo representante de la Iglesia Ortodoxa en Rusia, se ha reunido con el nuncio apostólico en el país, el arzobispo Giovanni D'Agnello, y ha señalado que están "intentando tomar una posición de facilitadores de la paz" en la guerra en Ucrania.
"Estamos tratando de adoptar una posición de facilitadores de la paz, incluso frente a los conflictos existentes", ha señalado Kirill después del encuentro con el prelado católico en su residencia en el monasterio Danilov de Moscú este jueves, tal y como recoge la página principal de los ortodoxos en Rusia.
"La Iglesia no puede participar en el conflicto, solo puede ser una fuerza pacificadora", ha agregado en este sentido. En su alocución, el Patriarca Kirill también ha señalado que la Iglesia Ortodoxa Rusa y la Iglesia Católica de Roma juegan un "papel importante en el cristianismo mundial y las buenas relaciones que se han desarrollado entre ellas abren perspectivas de cooperación en muchas áreas".
Kirill también ha reivindicado la labor que el Papa Francisco hace en la "contribución a la creación de la paz y la justicia entre las personas".
"Guardo un muy buen recuerdo de nuestro encuentro personal, que sin duda abrió una nueva página en la historia de nuestras relaciones. Nosotros en la Iglesia Ortodoxa Rusa apreciamos mucho que se haya abierto una página tan nueva", ha manifestado Kirill en referencia al encuentro que ambos mantuvieron en 2016 en el aeropuerto José Martí, de La Habana, y que constituyó el primer acercamiento entre ambas iglesias tras casi 1000 años de distanciamiento.
Aquella fue una reunión privada, catalogada de histórica, que duró unas dos horas, en una sala del mismo aeropuerto de Cuba. De hecho, el entonces portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, explicó que ese encuentro marcó "una nueva etapa en las relaciones entre ambas Iglesias".
El Patriarca Kirill, una figura considerada cercana al presidente ruso, Vladimir Putin ha sido objeto de ciertas polémicas los últimos días por no condenar de forma expresa la invasión del ejército ruso en Ucrania.
Los obispos católicos polacos han dirigido en las últimas horas un llamamiento al patriarca de Moscú en el que solicitaban su intervención para pedirle a Putin que acabase "con la insensata lucha con el pueblo ucraniano, en la que la que están muriendo personas inocentes".
"El sufrimiento no concierne sólo a los militares, sino también a civiles, especialmente mujeres y niños", señaló en el comunicado el arzobispo Stanisaw Godecki, presidente de la Conferencia Episcopal.
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