Tras una exhaustiva investigación judicial, se ha confirmado que el sacerdote Lucio Ajaya, condenado por violencia de género junto a monseñor Mario Antonio Cargnello, llevó a cabo actos de intimidación contra las religiosas del convento San Bernardo.

Según la resolución emitida por la Justicia, el sacerdote Ajaya estuvo presente en el convento el 25 de septiembre de 2020, fecha en la que se produjo el incidente con las monjas al intentar arrebatarles una cámara, hecho que quedó documentado en video y corroborado por el relato de los testigos.

El informe de la Oficina de Violencia de Género señala que la presencia del sacerdote en el convento constituyó una estrategia de intimidación hacia las religiosas, adoptando una actitud desafiante y temeraria.

En relación a la violencia de género psicológica ejercida por el Sr. Ajaya, la jueza cita el testimonio de la Priora del convento, quien declaró en una audiencia celebrada el 11 de mayo de 2022. En dicha declaración, la Priora afirmó que el sacerdote Ajaya profería expresiones humillantes hacia las religiosas durante las homilías, calificándolas de "desobedientes" e "idólatras", lo que constituye un claro acto de violencia psicológica, detalló El Tribuno.

Este nuevo hallazgo judicial refuerza las denuncias previas y resalta la importancia de abordar y combatir la violencia de género en todos los ámbitos, incluyendo el religioso, para garantizar un ambiente seguro y respetuoso para todas las personas.