La celebración de 2024, que se celebra este domingo 1 de septiembre, apunta al tratado de no proliferación de combustibles fósiles.
La Iglesia celebra este domingo 1 de septiembre la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, establecida por el Papa Francisco en 2015. Con esta Jornada Mundial se inicia además el llamado "Tiempo de la Creación", que se desarrolla desde hoy hasta el próximo 4 de octubre, día en que la Iglesia celebra la fiesta del gran San Francisco de Asís.
En su mensaje con motivo de la Jornada 2024, el Santo Padre advirtió sobre el impacto de la acción humana en la naturaleza, proponiendo una "ecología humana e integral", que contrarreste la explotación incontrolada de los recursos naturales.
"Esta conversión consiste en pasar de la arrogancia de quien quiere dominar a los demás y a la naturaleza -reducida a un mero objeto manipulable- a la humildad de quien se preocupa por los demás y la creación", escribe el Papa en el mensaje publicado el 27 de junio por la Santa Sede
Francisco invita a "repensar la cuestión del poder humano"
"El poder incontrolado genera monstruos y se vuelve contra nosotros mismos. Por eso, hoy es urgente poner límites éticos al desarrollo de la inteligencia artificial, que con sus capacidades de cálculo y simulación podría utilizarse para dominar al hombre y a la naturaleza, en lugar de estar al servicio de la paz y el desarrollo integral, apela.
La tierra está confiada al hombre, pero sigue perteneciendo a Dios. Éste es el antropocentrismo teológico de la tradición judeocristiana. Por tanto, querer poseer y dominar la naturaleza, manipularla a voluntad, es una forma de idolatría".
El pontífice retoma la advertencia contra el peligro de "tomar el lugar de Dios" y reflexiona sobre las consecuencias del pecado en las "relaciones fundamentales de la vida del hombre".
"Todas estas relaciones deben ser, sinérgicamente, restauradas, salvadas y corregidas. No se puede perder ninguno. Si falta uno, todo falla", sostiene.
Francisco señala el tema de la esperanza, que inspira la celebración del Jubileo de 2025, argumentando que la fe y la esperanza de los cristianos deben ser testimoniadas "dentro de los dramas de la carne humana sufriente", con "los ojos abiertos, animados por visiones de amor, fraternidad, amistad y justicia para todos".
"La salvaguardia de la creación no es sólo una cuestión ética, sino eminentemente teológica: en realidad, se trata del entrelazamiento entre el misterio del hombre y el misterio de Dios", escribe.
Hay una motivación trascendente (teológico-ética) que compromete al cristiano a promover la justicia y la paz en el mundo, también a través del destino universal de los bienes: es la revelación de los hijos de Dios que la creación espera gimiendo como de dolor. del parto."
El mensaje invita a los cristianos a actuar contra "las guerras fratricidas que causan la muerte de niños, destruyen ciudades y contaminan el medio ambiente".
"Esperar y actuar con la creación significa vivir una fe encarnada, que sabe entrar en la carne sufriente y esperanzada de las personas, compartiendo la espera de la resurrección corporal a la que los fieles están predestinados en Cristo Señor", concluye.
La celebración ecuménica 'Tiempo de la Creación' tiene como tema, en 2024, 'Esperar y actuar con la creación', y se desarrollará del 1 de septiembre al 4 de octubre, fiesta de San Francisco de Asís.
"Este año, en particular, también unimos nuestras voces cristianas a una iniciativa de defensa conjunta para apoyar el tratado de no proliferación de los combustibles fósiles", indican los promotores de la iniciativa, responsables de varias confesiones cristianas.
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