Entre el 26 y el 31 de julio de 2016, se realizó la Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia, Polonia, la ciudad del Papa Juan Pablo II. Era la jornada número treinta y tres. Al finalizar dicha jornada, el Papa Francisco anunció que la siguiente sería en Panamá. El tiempo ha transcurrido y llegó la fecha en la que el Papa llegará a tierra centroamericana.
Panamá entonces se convirtió en la sede de la Jornada Mundial de la Juventud y abrió las puertas al resto de la Iglesia del Itsmo centroamericano invitándola a unirse y colaborar para la organización y vivencia de la visita papal.
Desde el anuncio hecho en Cracovia, han tenido lugar varias reuniones de los obispos centroamericanos y en ellas se ha planificado e implementado tanto la organización como los preparativos que ahora hacen posible esta Jornada Mundial, afectada en cierta manera por la problemática política por la que atraviesa cada país.
Es la primera visita del Papa Francisco a una nación centroamericana y a la región de una Iglesia mártir, en cuyos agentes de la Evangelización y sus comunidades cristianas, son visibles aún las llagas del martirio de Cristo. Es una Iglesia que cuenta con una numerosa lista de mártires encabezada por el Obispo, San Arnulfo Romero.
En ese contexto la Iglesia y sus comunidades cristianas sentirán la cercanía, ternura y oración de un papa que se ha identificado con las periferias del mundo. Son varios los santos patronos de la JMJ, entre ellos está San Martín de Porres, Santa Rosa de Lima, San Juan Diego, San Juan Pablo II, fundador de las jornadas, San Juan Bosco, San José Sánchez del Río, (Jose Lito, niño mártir de la Iglesia mexicana) y Santa Ignacia Nazaria March.
Por ello tiene un especial significado el encuentro de Francisco con los obispos de Centroamérica en la Iglesia de San Francisco. Este 24 de enero a las 11:15 de la mañana es cuando tiene lugar el encuentro de Francisco con los obispos de los cinco países de Centroamérica, con ellos pronunciará un discurso. No hay registro histórico de que haya habido en el pasado, alguna reunión papal con el conjunto de los obispos del Itsmo. En el pontificado de Papa Francisco, esta es la primera vez.
Centroamérica vive todavía oleadas de violencia, sistemas políticos frágiles y constantes crisis que producen pobreza, violencia y migraciones masivas. La Iglesia ha sido Samaritana, ha estado al lado de sus hermanos en la región.
Varios acontecimientos marcan la vida de la Iglesia en el momento actual. Iglesia peregrina con la mirada puesta en el horizonte de la esperanza, guiada por el Señor. De una mujer, Santa María de Nazareth, brota el lema de la jornada:«He aquí la sierva del Señor; hágase en mí según tu palabra” (Lc 1,38).
Las dificultades del mundo actual son grandes, como en el tiempo de los apóstoles, por eso afirmaba el Apóstol Pedro que: “el diablo anda como león rugiente buscando a quien devorar” (1Pe.5, 8). El mismo apóstol añade que: “hay que resistir firmes en la fe.” (1Pe. 5, 9).
Ya son dos los países latinoamericanos que son sede la la JMJ en Latinoamérica: Brasil, en el año 2013, al inicio del Pontificado del actual Papa y Panamá,en los inicios del 2019.
El encuentro es un encuentro mundial, y la región anfitriona y toda la Iglesia Latinoamericana se ha preparado con oración y con actividades previas a la Jornada. El papa ha salido en el vuelo con dirección a Panamá en la mañana (hora local) de Roma.
El Papa se encontrará con los jóvenes del mundo, hablará y presidirá la Misa en idioma Español, comunicando así la alegría del Evangelio.
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