Los que cuidan enfermos, especialmente en el Año Santo, son "un canto de alabanza a la dignidad humana, un canto de esperanza" que puede "llevar luz y calor allí donde más se necesita", escribió el Papa Francisco en su mensaje para el 33ª Jornada Mundial del Enfermo 2025, publicado hoy por el Vaticano.

La Jornada Mundial del Enfermo se celebra anualmente el 11 de febrero, festividad de Nuestra Señora de Lourdes. Cada tres años se celebra especialmente en un lugar de peregrinación mariana. En realidad, este también sería el caso este año, pero debido al actual Año Santo 2025, Francisco decretó posponerlo un año. Este año la Jornada Mundial del Enfermo se celebrará en la forma habitual a nivel diocesano. 

La gran celebración especial tendrá lugar el 11 de febrero de 2026 en el Santuario Mariano de Arequipa, Perú. Así lo anunció el Vaticano este lunes 27 de enero, en el que también se publicó el mensaje del Papa para la Jornada Mundial del Enfermo.  Su lema es: "Pero la esperanza no nos deja perecer" (Romanos 5,5), por lo que el Santo Padre eligió para su mensaje la misma cita bíblica que para la bula de la Anunciación del Año Santo 2025, con el título "Spes non confundit".

Los enfermos y sus ayudantes son especialmente importantes en el Año Santo 

Especialmente en el Año Santo, subraya Francisco en el mensaje, todos están llamados a ser "peregrinos de la esperanza". Esto se aplica especialmente a las personas enfermas y a su entorno: 

"Queridos enfermos, queridos hermanos y hermanas que cuidan de los que sufren, en este Año Santo tienen más que nunca un papel especial que desempeñar. Su camino juntos es, efectivamente, un signo para todos, "un himno a la dignidad humana, un canto de esperanza", que resuena mucho más allá de las habitaciones y de las camas de las residencias de ancianos en las que los encuentran y estimula y promueve la 'interacción de toda la sociedad' en el amor, en una armonía que a veces es difícil de lograr, pero que es precisamente por eso que es bella y fuerte y ligera y capaz de llevar calor a donde más se necesita".

La esperanza es un regalo de Dios

Especialmente en situaciones difíciles, cuando la gente sufre y se siente impotente, "sentimos la necesidad de un apoyo que es mayor que nosotros mismos: necesitamos la ayuda de Dios, su gracia, su providencia", explica el Papa. Por eso, Francisco anima a todos los enfermos a "reconocer la enfermedad, por dolorosa y difícil de comprender que sea, como una oportunidad para encontrar al Señor". 

Respecto a la esperanza, el pontífice subraya en el mensaje que "toda esperanza proviene del Señor y que es, ante todo, un don que debemos recibir y apreciar. La resurrección de Cristo da esperanza a todos, y al Resucitado". "Está siempre al lado del pueblo y vuelve a transmitir coraje y confianza a través de su proximidad", afirmó el Papa. 

Somos ángeles de esperanza

En su mensaje, el jefe de la Iglesia católica también abordó la importancia de "compartir" en el contexto de enfermedad y esperanza.

"Los lugares donde sufrimos son a menudo lugares de compartir, de enriquecimiento mutuo. ¡Cuántas veces se aprende a tener esperanza junto al lecho de un enfermo! ¡Cuántas veces se aprende a creer estando al lado de quienes sufren! ¡Cuán a menudo encuentras el amor cuando te inclinas hacia los necesitados!", explica Francisco, y da más ejemplos concretos. 

"Reconocemos que somos 'ángeles' de esperanza, mensajeros de Dios unos para otros, todos nosotros: los enfermos, los médicos, las enfermeras, los familiares, los amigos, los sacerdotes, los religiosos y religiosas. Dondequiera que estemos: en las familias, en las consultas, en las residencias de ancianos, en los hospitales y en las clínicas".

"¡Cuántas veces se aprende a tener esperanza junto al lecho de un enfermo! ¡Cuántas veces se aprende a creer estando al lado de quienes sufren! ¡Cuántas veces se encuentra el amor cuando se inclina hacia los necesitados!

Es importante mantener el encuentro con estos ángeles de la esperanza, sus sonrisas, sus cuidados, en el corazón, desde donde pueden dar fuerza en los momentos difíciles, afirmó Francisco.

El Papa agradece expresamente a todos los enfermos y a cuantos los asisten en nombre de la Iglesia y los encomienda a todos en oración a la Santísima Madre María, "la salvación de los enfermos". 

En el año santo 2025, también habrá algunos actos especiales para los enfermos: los días 5 y 6 de abril se celebrará el "Jubileo de los Enfermos y el Mundo de la Salud" y el 28 de abril el "Jubileo de las Personas con Discapacidad".+