El Gobierno optó por un tedeum en la catedral porteña y con predicador conocido. Oración ecuménica en la Casa Histórica, suspendida. Desprolijidades organizativas.
Por Guillermo Villarreal
Las obsesiones de Javier Milei hacen que los actos políticos de la gestión libertaria sean poco previsibles y rara vez cumplan las formalidades protocolares. La firma del Pacto de Mayo en Tucumán y el megadesfile militar en Buenos Aires no serán la excepción. Tampoco los hechos religiosos alrededor de la firma del acuerdo y la celebración patria.
Mientras que por tradición e historia, el tedeum del 25 de mayo debe celebrarse en la catedral porteña, la usanza católica hace que la acción de gracias por el 9 de julio sea en el templo de la capital tucumana.
Ni antes ni ahora, el Presidente tomó muy en cuenta esas sutilezas eclesiásticas.
La opción porteña de Javier Milei
En su primera Semana de Mayo en el poder, Milei amagó con trasladar la celebración religiosa a Córdoba, pero volvió sobre sus pasos y finalmente se realizó en su escenario porteño, como dicta la tradición .
Esta vez, para el 9J, no hay vuelta atrás: la cita eclesiástica en la nueva fecha patria será en la iglesia mayor ubicada a unos pocos metros de la Casa Rosada y no en Tucumán, como es costumbre.
La decisión presidencial por encabezar experiencia religiosa en Buenos Aires conlleva, además, tener en frente a un predicador conocido: Jorge García Cuerva, quien en su sermón de mayo delante del primer mandatario citó al papa Francisco para poner el dedo en la llaga del ajuste libertario y para advertir que hay políticas sociales impostergables.
Desprolijidades organizativas por demás
La secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, definió los detalles del acto para la firma del decálogo en forma de acuerdo que su hermano firmará en Tucumán.
El Jefe fue también la encargada de cursar las invitaciones a gobernadores, líderes políticos de la oposición, miembros del Poder Judicial, integrantes del Círculo Rojo empresarial y referentes de los credos.
En el camino a las dos jornadas, la hermana del Presidente incurrió en desprolijidades organizativas vinculadas a las ceremonias religiosas conexas a los actos políticos en Tucumán y Buenos Aires que encabezará Milei.
Fuentes eclesiásticas consultadas por Letra P confirmaron que, si bien en un principio estaba prevista una “oración ecuménica” para las 23.45 en el marco de la vigilia del 8 de julio en la Casa Histórica de la capital tucumana, las autoridades nacionales decidieron suprimirla.
“Hasta el miércoles se daba por hecho el acto interreligioso habitual, pero las autoridades nacionales avisaron que se suspendieron, atribuyendo la decisión a ‘medidas de seguridad’”, precisó la fuente.
El arzobispo de Tucumán, Carlos Sánchez, recibió la tarjeta para participar del acto. No fue el único: a Oscar Ojea, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, también le llegó una invitación. Fue este viernes, casi a último momento. No asistirá por compromisos pastorales en la diócesis de San Isidro.
Otro que por lógica protocolar debía estar en la lista de invitados (y está) es el pastor Christian Hooft, titular de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélica de la República Argentina (Aciera). Fuentes de la institución religiosa confirmaron a Letra P que recibieron tanto "la invitación al tedeum del 9 de julio como al acto por el 208° aniversario de la Declaración de la Independencia en Tucumán".
Los horarios Karina, los horarios
El martes, cuando ya se daba por hecho un tedeum el 9 de julio en Buenos Aires, en la catedral porteña no había ni noticias ni horarios para el servicio religioso. “Presidencia no solicitó el templo como es de práctica y tampoco activó los protocolos formales para organizarlo”, dijo un clérigo ante la consulta de Letra P; y agregó: “También hay un tema de horarios, porque el Presidente recién llega a la madrugada desde Tucumán”.
La primera confirmación más o menos oficial llegó recién este jueves por la noche, cuando desde la Casa Rosada se indicó que habría un servicio religioso en el templo porteño, pero sin precisar ningún horario.
Javier Milei y Jorge García Cuerva
Lo que primero se decidió en los despachos oficiales fue celebrar el tedeum patrio a las 9 -como horario tentativo-, que sea el arzobispo García Cuerva quien lo predique y que incluya un oración interreligiosa para terminar.
A las pocas horas, desde las oficinas de Karina Milei le comunicaron a las autoridades eclesiásticas porteñas que el oficio religioso sería a las 11, para que Milei -contaron fuentes oficiales- “no llegue tan jugado con los tiempos y después participe del desfile militar”.
Finalmente, este viernes la comunicación formal ratificó el horario inicial de las 9, puntualizó que se trataría de una “invocación religiosa” y no de un tedeum de acción de gracias; pero sin dar precisiones sobre si seguía en pie la idea de la oración final conjunta de representantes de las confesiones religiosas principales.
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