Desde la publicación de la declaración ‘Fiducia Supplicans’, del Dicasterio para la Doctrina de la Fe abriendo oficialmente la puerta por primera vez a una la bendición oficial de parejas del mismo sexo o en situaciones irregulares por parte de ministros de la Iglesia; las reacciones no se han hecho esperar.

Una de ellas es la del jesuita estadounidense James Martin, conocido impulso de la pastoral entre los cristianos LGTBQ. En sus redes sociales ha señalado que el texto es “un gran paso adelante en el ministerio de la iglesia hacia las personas LGBTQ”.

Para Martin la declaración “reconoce el profundo deseo de muchas parejas católicas del mismo sexo por la presencia de Dios en sus relaciones amorosas”.

En un análisis publicado en la página web de la revista America señala que el documento firmado por el cardenal Víctor Fernández destaca que es “un gran paso adelante” aunque “advierte que las bendiciones para parejas del mismo sexo y otras en uniones ‘irregulares’ deben hacerse de manera que no se confundan con el matrimonio sacramental ni sugieran un rito litúrgico”.

El jesuita destaca que “es la primera vez que un documento del Vaticano trata a las parejas del mismo sexo con tanta atención pastoral” lo que “supone un cambio drástico respecto al ‘responsum’ del dicasterio (entonces congregación) de hace dos años, que decía que los sacerdotes y diáconos no podían bendecir bajo ninguna circunstancia a las parejas del mismo sexo porque ‘Dios no puede bendecir y no bendice el pecado’”.

Además, precisa que orgánicamente una declaración estaría por encima de un documento de respuesta a unos obispos.

“Así que el enfoque pastoral del Vaticano hacia las parejas del mismo sexo (así como otras parejas no casadas sacramentalmente) ha cambiado claramente en los últimos dos años”, recalca. También, añade, esta declaración está en sintonía con el sentido pastoral que debe tener el dicasterio según Francisco.

Para quienes insisten que “nada ha cambiado”, Martin denuncia que hay “algunos católicos que se oponen a cualquier paso hacia una mayor inclusión de las personas LGBTQ en la vida de la Iglesia” como pudo comprobar en el último Sínodo sobre la Sinodalidad.

“Pero, de hecho, han cambiado muchas cosas. Antes de que se publicara este documento, los obispos, sacerdotes y diáconos no podían bendecir a parejas del mismo sexo en ningún contexto. Este documento establece, con algunas limitaciones, que pueden hacerlo”, recalca.

“El cambio aquí es que estas bendiciones están ahora oficialmente sancionadas por el Vaticano”, añade. Además, el jesuita destaca el “el continuo acercamiento del papa Francisco a las personas LGBTQ” con diferentes encuentros con diferentes grupos.