La Knesset sancionó una normativa que establece la prohibición de la entrada al país a aquellos extranjeros que llamen a boicotear a Israel. La medida, que fue aprobada gracias al voto afirmativo de 46 legisladores, es parte de un paquete de proyectos del primer ministro Binuamin Netanyahu para luchar contra el movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) que busca la destrucción de Israel.
En concreto, la nueva enmienda a la ley de emigración prohíbe la entrada a cualquier extranjero que no cuente ya con una visa permanente de residencia en el país y cuyo propósito sea participar en actividades de boicot a Israel o que haya participado en ellas en el extranjero.
La medida incluye cualquier actividad de boicot de carácter económico, cultural o académico, tanto contra Israel como contra los asentamientos judíos en Judea y Samaria (Cisjordania). No obstante, concede al ministro del Interior facultades para hacer excepciones en aquellos casos en los que lo considere oportuno.
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