Islamofobia y convivencia

Islamofobia y convivencia

El pasado domingo 15 de marzo fue el día internacional para combatir la islamofobia y, con ocasión de esta conmemoración oficial proclamada en 2022 por la Asamblea de las Naciones Unidas, es necesario hacer un llamamiento y al respeto mutuo entre todas las religiones y culturas que conviven en España. La islamofobia es un fenómeno dañino para la sociedad que afecta a algunos de los miembros de nuestra comunidad y que no se puede tolerar, pero también tenemos que ser autocríticos con nosotros mismos y aprender a distinguir cuándo estamos siendo víctimas de un acto islamófobo y cuándo, simplemente, nos están exponiendo una opinión distinta a la nuestra.

Vivimos en un país muy diverso, en el que convivimos personas con diferentes creencias y, por lo tanto, tenemos formas diferentes de ver la vida. En este contexto, es importante que todos seamos conscientes de que tenemos que luchar por nuestra integración en la sociedad, y para eso se necesita la voluntad de todas las partes: en primer lugar, aquellos que puedan tener prejuicios contra el islam, deben tratar de comprender que aquello que es diferente a lo que conocen no tiene por qué ser una amenaza para sus propias creencias.

En este clima, lo mejor es huir de confrontaciones innecesarias y apostar por el diálogo y el equilibrio: la islamofobia es un problema que debe ser condenado y castigado cuando supone una verdadera discriminación hacia los que practicamos el islam. Sin embargo, debemos evitar sobredimensionar denuncias de casos que realmente son aislados para evitar percibirnos siempre como las víctimas de la sociedad porque esto puede provocar que terminemos aislándonos y reforzando los prejuicios de otros.

Esto nos lleva a hablar de otro asunto importante: la aceptación de la crítica y la apertura al debate. Vivimos en un país en el que la libertad de expresión es uno de los derechos fumdamentales recogidos en la Constitución, por lo que todos tenemos oportunidad de criticar cualquier ideología. Entonces, igual que se puede no estar de acuerdo con una ideología política o una corriente económica, se puede discrepar con otras religiones o el ateísmo. Por ello, tenemos que escuchar las críticas que otros pueden hacer al islam sin ofendernos y sin tildarlo de islamofobia. Todo lo contrario, debatir sobre nuestra forma de pensar con alguien que piensa distinto y explicar nuestro punto de vista forma parte de la integración en la sociedad.

En esta fecha, queremos poner en valor la riqueza que aporta el diálogo a toda la sociedad y planteamos la necesidad de que, independientemente de nuestro credo, seamos capaces de aceptar las críticas y de respetar a nuestros conciudadanos para lograr una sociedad en la que todos tengamos nuestro lugar. Para ello, destacamos la importancia del debate sincero y abierto como herramienta imprescindible para el entendimiento mutuo y para acabar con la intransigencia, venga de donde venga.

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