El islam, en la actual era de liberalización y globalización, se presenta como una de las religiones más dinámicas y de rápida proliferación. Sin embargo, aunque a menudo se citan factores demográficos como la causa de su difusión geográfica, hay un componente ideacional y sociocultural que explica su atractivo en esta era de gran tumulto y cambio.
Un mensaje de equilibrio y paz
El islam como religión es una forma de vida integral. No es puramente devocional, sino que también ofrece a las personas ayudas prácticas sobre cómo afrontar su día a día. Para muchos de ellos, tal equilibrio es, quizás, muy atractivo en el mundo de hoy, que está lleno de incertidumbre y estrés. Varios conceptos como la gratitud (shukr), la justicia (adl) y el sentido de comunidad (ummah) son los valores centrales que iluminan la vida de millones en su objetivo y propósito.
Universalidad y diversidad
El islam, a diferencia de otros sistemas religiosos o ideológicos, acepta la diversidad cultural y social. Desde Indonesia hasta Senegal, sus valores e ideas fundamentales se plasmaron a las realidades locales, pero manteniendo lo primario. Esta universalidad, unida a una clara estructura de prácticas como oración, ayuno y alimentación, proporciona un sentido de moralidad que se eleva por encima de las fronteras.
Conversión y redescubrimiento
El islam atrae a una gran cantidad de occidentales en una época en la que el extremismo debate acerca de la identidad, la espiritualidad, y la comunidad. Varios amaron esta fe en concreto por su sencillez y énfasis en éticas que permiten reconectarse con las normas de los valores que, a su juicio, están ausentes en sus sociedades.
Impacto Social del Islam Moderno
El islam no es simplemente un sistema de creencias como otras religiones, sino una fuerza social transformadora. Energizados por los valores del islam, actividades para promover la educación, los derechos humanos y la sostenibilidad se están llevando a cabo actualmente en todo el mundo. Esto ejemplifica cómo los principios de la fe pueden ser relevantes para problemas modernos, incluso aquellos tan diversos como el calentamiento global y la justicia económica.
Las influencias del islam en el siglo XXI no derivan de una sola fuente. Es la capacidad de la religión para mantener la universalidad de su mensaje mientras abraza la multiplicidad cultural lo que hace que el islam sea tan profundamente pertinente hoy.
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