La donación de órganos vista por el Islam es una cuestión de vida y de fe. Es un acto de generosidad y altruismo. El Islam no se opone a ello, según el Dr. Said Bouizeri, miembro del Alto Consejo Islámico (HCI), de Argelia.
La donación de órganos en el Islam es ciertamente un tema complejo, pero cada vez más se ve como un acto de bondad y solidaridad. Persisten los desafíos éticos y médicos, pero la perspectiva musulmana continúa evolucionando, respaldada por iniciativas de concientización destinadas a promover esta noble práctica dentro de la comunidad.
“Ni el Islam ni la Sharia se oponen a ello”
Según el Dr. Saïd Bouizeri, miembro del Alto Consejo Islámico (HCI), la donación de órganos suscita importantes debates, pero, asegura, "ni el Islam ni la Sharia se oponen a ella". En 2015, el Consejo Científico Nacional del Ministerio de Asuntos Religiosos y Wakfs emitió una fatwa autorizando el trasplante de órganos.
Muchos estudiosos del Islam coinciden en que la donación de órganos se considera un acto de caridad. El Corán no aborda directamente el tema, pero enfatiza la importancia de salvar una vida.
Las opiniones varían, pero muchos consideran que la donación de órganos está permitida siempre que no cause daño al donante. Algunas fatwas estipulan que la donación de órganos es aceptable como parte de la solidaridad y la ayuda mutua, especialmente cuando el donante y el receptor están cerca.
Otros enfatizan la necesidad de obtener el consentimiento informado del donante, respetando sus deseos.
A pesar de estos enfoques positivos, persisten barreras culturales y psicológicas. “Algunos ulemas (eruditos) no quieren cambiar de opinión. Para ellos, nadie tiene derecho a tocar o cambiar la criatura de DIOS y algunos temen la mutilación del cuerpo”, explica Bouizeri.
La falta de información sobre el proceso de donación puede disuadir a las personas y la cuestión del final de la vida, en particular la definición de muerte cerebral, suscita debate entre algunos.
Varias fatwas sobre la donación de órganos desde 1972 en Argelia
Según nuestro interlocutor, la dignidad de las personas vivas o muertas es una constante en el Islam a la que la donación de órganos no afecta en modo alguno. “Los seres humanos están protegidos. Disponemos de fatwas que autorizan la recolección desde 1972, 1985, 1986, 1991, 1994 y 2015. Quienes deseen profundizar en este tema pueden consultar las fatwas del difunto Sheikh Ahmed Hamani, referencia nacional y mundial que autoriza la recolección de órganos de una persona clínicamente fallecida”, recuerda. “Siempre que el interesado haya dado su consentimiento en vida o que su familia apruebe la decisión tras su muerte”, precisa.
Para compensar estas deficiencias y cambiar las mentalidades, es necesario lanzar campañas de sensibilización para informar a los fieles sobre los efectos positivos de la donación de órganos, desmitificar el proceso y fomentar un debate abierto sobre sus cuestiones éticas y religiosas. La donación de órganos es un tema complejo que combina ética, fe y compasión.
“Es fundamental seguir fomentando el diálogo y la educación para promover una mejor comprensión de esta práctica en el marco de los valores islámicos”, continúa Bouizeri. Para él, “la donación de órganos puede ser vista como un acto médico y una expresión profunda de solidaridad humana. No es normal que Argelia registre siempre una tasa baja de pacientes trasplantados”, lamenta, según el diario Horizons.
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