Esta es la imagen más antigua conocida de Nuestro Señor Jesús en mosaico. Es una imagen del siglo IV. De todos los lugares improbables para esta obra de arte enorme y muy sofisticada, se descubrió en el suroeste rural de Inglaterra.

El único elemento que se ve realmente procedente de Oriente Medio son las granadas al lado de la cabeza de Cristo. El artista parece haber tenido una idea clara de este símbolo mediterráneo de la inmortalidad y cómo representarlo con la figura central del mosaico.

¿Por qué, sin embargo, no reconoceríamos a Jesús de Nazaret en esta imagen? Tiene mucho que ver la Sábana Santa. En el link siguiente encontrarás la respuesta.