Los religiosos católicos mexicanos no bajan el dedo del renglón y exigen una nueva estrategia de seguridad.
La cuerda se sigue tensando. La relación entre AMLO y la iglesia católica de México no está bien. El obispo de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, declaró públicamente que la estrategia de seguridad del gobierno de la 4T debe ser repensada.
Lo anterior lo expresó en una marcha por la paz en Cuernavaca, Morelos, exhortó a las autoridades mexicanas a garantizar con hechos la seguridad de los ciudadanos que viven en un territorio que "salpica sangre", planteó el religioso.
"Nunca será lícito ni legal que la autoridad civil claudique de su responsabilidad en materia de seguridad y paz social, para eso tienen el poder y uso legítimo de la fuerza; abrazos, no balazos es demagogia y hasta cierto punto complicidad, autoridades no fallen, cumplan su función, garanticen con hechos la seguridad", definió Castro.
Agregó que reconocer la realidad que "salpica de sangre" al país es la ruta que puede llevar a corregir la dinámica de seguridad, "México, pierde más el que niega esa realidad y la tergiversa, hace mucho daño el que emplea de un modo torcido esa realidad con mentiras e intereses egoístas".
Caber recordar que AMLO prefiere tener una línea directa con el vaticano y dejar de lado a la Arquidiócesis Primada de México, "Hasta a los religiosos se les olvida cómo era contestar violencia con violencia.No siguen el ejemplo del papa Francisco, porque están muy apergollados por la oligarquía mexicana".
Castro Castro exigió a la 4T que adopte su responsabilidad y brinde respuestas a la altura de las condiciones, a la vez de replantear la estrategia de seguridad, pues dicho con sus palabras, la estrategia hasta ahora ha fracasado.
"Ahora como nunca, el dolor de la cruz se vuelve más intenso por tanta sangre inocente derramada a lo largo y a lo ancho del país. Los índices de violencia y sus estructuras de muerte, se han desbordado e instalado en nuestras comunidades, desfigurando a la persona humana, y destruyendo la cultura de paz", aseveró el religioso.
Como muestra de rama de olivo, AMLO nombró a César Yáñez como subsecretario de Gobernación, en un intento por mejorar las relaciones entre la iglesia católica y su gobierno, la misión es recuperar los lazos con esa congregación y, especialmente, no tanto con su jerarquía sino con sus religiosos de a pie.
La tensión ha llegado a tal punto que incluso, la milicia mexicana ha actuado como puente de diálogo, los militares coinciden en ciertos diagnósticos aunque toman con cautela el mensaje de los obispos al señalar que en diversas partes del país, como es el caso de Guerrero, los religiosos tienen una convivencia casi hasta afable con los grupos criminales.
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