Los seminaristas Santiago Alemán, Santiago Rocca y Ariel Ferrari fueron ordenados por el arzobispo de La Plata, Mons. Gabriel Mestre, quien les encomendó "un servicio sanante para nuestro pueblo".
El arzobispo de La Plata, monseñor Gabriel Mestre, presidió el miércoles 6 de diciembre la Eucaristía en la catedral local donde confirió el sacerdocio al diácono Santiago Alemán y el diaconodo a los acólitos Ariel Ferrari y Santiago Rocca. Concelebraron los obispos auxiliares, monseñor Alberto Bochatey OSA, monseñor Jorge González y monseñor Federico Wechsung, junto con sacerdotes del clero platense.
Participaron de la celebración fieles de diversas parroquias, comunidades, religiosas, religiosos, diáconos, seminaristas, diáconos permanentes y diversos movimientos de la arquidiócesis.
En la homilía, el arzobispo platense recordó que “hoy es un día de fiesta y de gozo para toda nuestra Iglesia particular. También recordamos, con corazón agradecido, un nuevo aniversario de ordenación presbiteral de los padres Cristian Agüero, Jonatan Gusmerotti y Juan José Olivetto”.
En ese marco y a la luz de los textos bíblicos de este primer miércoles de Adviento, compartió tres breves reflexiones sintetizadas en tres palabras: sanados, sanar, lemas.
Mons. Mestre recordó que Jesús “es el médico divino que sana y restaura nuestra vida. En este contexto de ordenaciones, también los que somos pastores de nuestro pueblo, obispos, presbíteros y diáconos, tenemos que ponernos en la fila de los enfermos y pecadores para ser sanados por Jesús”. “Tenemos que descubrirnos una vez más como heridos sanados por Jesús”, continuó.
Dirigiéndose a los nuevos ordenados, aseguró que, si bien que el sacramento del Orden “los consagra como ministros de Dios, no quita a priori la humana debilidad”. “Una y mil veces a lo largo de la vida deberán volver a la presencia de Jesús, el terapeuta celestial, para ser sanados y restaurados por su gracia y su poder”. afirmó.
Por otra parte-subrayó- “el Señor nos sana y misteriosamente llama a algunos varones para que, desde el ministerio ordenado, seamos sanadores en su nombre”. Hoy, dijo, “ustedes se transforman y nos transformamos en instrumentos de Cristo para sanar a la multitud de enfermos y atribulados de nuestro tiempo, de nuestra realidad platense, de nuestros contextos”.
Por otra parte, destacó que los tres “han elegido algún lema o frase que expresa en algunas pocas palabras lo que hoy están viviendo. Sanados por Jesús quieren así proyectar, en espacio y tiempo, el servicio sanante para nuestro pueblo. ¡Gracias por decir que sí a Dios, gracias por aceptar la vocación que él les ha regalado!”.
Finalmente, monseñor Mestre expresó: “Reunidos hoy, como Iglesia particular, pedimos para que los tres puedan vivir este momento de alto voltaje espiritual y pastoral con un corazón dispuesto y agradecido por la condescendencia de nuestro Dios”.
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