Un texto del conservador cardenal Rivera desestimó las críticas a sus obispos
Por Elisabetta Piqué
ROMA.- El Papa fue mal informado y estuvo "mal aconsejado" cuando pronunció uno de los discursos más fuertes de su reciente viaje a México, es decir, la paliza que les pegó a sus obispos, algunos más cercanos al dinero y al poder que próximos al pueblo.
Así lo aseguró en un editorial el semanario Desde la Fe, de la arquidiócesis de la Ciudad de México, que preside el cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo de México DF. Conservador, desde siempre cercano al poder y acusado de encubrir a los Legionarios de Cristo, Rivera, el anfitrión de la reciente visita papal a su país, es considerado un obispo en las antípodas de ese "pastor con olor a oveja" que desea Francisco.
En un artículo que no pasó inadvertido en el Vaticano, titulado "Un episcopado a la altura", el semanario analizó el discurso que el Papa pronunció el 13 de febrero pasado en la catedral de México, que tuvo inmensa repercusión. Allí, Francisco llamó a los obispos a la conversión y a no ser príncipes, clericales, mundanos, autorreferenciales, distantes, sino próximos, transparentes y testigos de Cristo.
Pero el editorial no mencionó eso, sino que se centró en la única frase que improvisó el Papa, cuando habló de la importancia de la unidad. "Esto no está en el texto, me sale ahora. ¡Si tienen que pelear, peleen, si tienen cosas que decirse, díganselas, pero como hombres, en la cara!", clamó Francisco, según la arquidiócesis de México, desinformado y "mal aconsejado".
El semanario de Rivera -uno de los 13 cardenales que en el sínodo pasado le enviaron una carta al Papa en la que lo acusaron de manipular la reunión- culpó a los comunicadores, "empujados más por el histrionismo mediático que por el profundo significado de las palabras", por interpretar ese agregado "como un fuerte regaño a los pastores". Algo extraño, porque en verdad "el regaño" estaba en otras frases, como por ejemplo: "No pierdan tiempo en intrigas, proyectos de carrera, vacíos planes de hegemonía, infecundos clubes de intereses".
El editorial, en cambio, se preguntó: "¿Tiene el Papa alguna razón para regañar a los obispos mexicanos?". Y pasó a explicar por qué algo así no tenía sentido.
"Sería absurdo pensar que Su Santidad desconoce la gran resistencia que la Iglesia Católica mexicana ha opuesto a la expansión de las comunidades protestantes", destacó. "¡Y qué decir de la fuerza con que el catolicismo mexicano enfrenta el desafío del secularismo (...). ¿Acaso desconocerá esto el papa Francisco como para regañar a los obispos?", agregó.
Desde la fe, concluyó su editorial de esta manera: "Existe la mano de la discordia que intentó poner los acentos negativos, parcializando la visión de la Iglesia y tratando de influir en el discurso pontificio para conseguir un efecto contrario en el público, al subrayar desafíos y tentaciones como males del episcopado. No es así. Y aquí cabe la cuestión: ¿por qué tratar de demeritar el trabajo de los obispos mexicanos? Afortunadamente, el pueblo conoce a sus pastores y los acompaña en la construcción del reino de Dios, al precio que sea, como ha sido a lo largo de la historia de este país. ¿O será que las palabras improvisadas del Santo Padre responderían a un mal consejo de alguien cercano? ¿Quién aconsejó mal al Papa?".
Varios analistas en Roma se preguntaron si esta última frase no fue acaso una sorprendente crítica al nuncio en México, el arzobispo francés Cristophe Pierre, o a otros consejeros de la Secretaría de Estado del Vaticano, en un virtual ataque a Francisco.
Norberto Rivera
Cardenal mexicano
El conservador arzobispo de México es uno de los altos prelados que han resistido las reformas de Francisco. En 2017, con 75 años, debería presentar la renuncia a su cargo
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