El origen

Durante años, Walker le dijo a CBN News, dirigió una congregación pequeña pero estable junto a su esposa Sarah, con quien tenía seis hijos. Pero entonces ocurrió una tragedia: en el verano de 2020, cuando la congregación, como muchas en todo el país, luchaba por encontrar su equilibrio en medio de una pandemia, la esposa del pastor recibió un diagnóstico devastador.

Tenía cáncer en etapa 4. Después de meses de luchar contra esta brutal enfermedad, Sarah falleció en marzo de 2021.

De la noche a la mañana, Walker se convirtió en padre soltero de seis hijos (cinco de los cuales viven en casa y reciben educación en el hogar), además de pastor bivocacional que trabaja a tiempo completo en una empresa textil familiar. Fue en esa época de lucha, cuando se vio presionado y golpeado por el dolor más que nunca, que Walker vio una necesidad.

“Al principio no me di cuenta, pero en realidad surgió a raíz del fallecimiento de mi esposa”, dijo el pastor, reflexionando sobre el origen de su visión de lanzar una escuela gratuita para niños desde el jardín de infantes hasta el sexto grado. “Solía ​​decir que ‘educamos en casa’, y luego falleció mi esposa y me di cuenta de que mi esposa educaba en casa”.

Esa era ahora la tarea de Walker. Cuando empezó a asumir esas tareas, el padre afligido llevó a una de sus hijas a una biblioteca pública local para que le buscara algo para leer.

“Era el primero de junio y estaban promocionando todos estos libros LGBTQ para mi hija en la biblioteca pública, y me sentí muy molesto”, dijo. “Y simplemente hice una publicación personal en Facebook. Tomé una foto de los libros que estaban [tratando de darle a mi hija de 11 años]… y me sentí muy molesto por eso… Tomé una foto de [los libros] y la publiqué en Facebook y dije: 'Qué vergüenza, biblioteca pública, por promocionar estos libros para mi hija. No volveremos'”.

Esa publicación, recordó Walker, desató “una enorme tormenta” en las redes sociales y le dejó claro que había “una gran necesidad” en su comunidad de una mejor alternativa educativa.

“Cuanto más empecé a investigar, más me di cuenta de que hay un campo de misión en nuestro propio patio trasero en el que la iglesia promedio no está involucrada, y ese campo de misión son 50 millones de niños estadounidenses que asisten a escuelas públicas todos los días, donde cosas como lo que le acaba de pasar a mi hija en la biblioteca suceden todo el día. Y aquí estoy yo, pastor de una iglesia, supuestamente un líder comunitario, y ¿qué estamos haciendo al respecto? Nadie siquiera está hablando de eso”.

La oportunidad

Mientras Walker atravesaba esta temporada de dolor y comprensión, de ajuste de cuentas y navegación, un grupo de personas de su iglesia se acercó a él con la oportunidad de comenzar una escuela.

El ministro, que vive en Kentucky, además de asumir las responsabilidades que le dejó la muerte de su esposa, pronto se dio cuenta de que no podía trabajar a tiempo completo, ejercer como pastor y educar a sus hijos en casa; estaba demasiado ocupado. Pero tampoco podía pagar el costo de enviar a cinco niños a una escuela privada.

Walker dijo que es importante para la iglesia atender a las personas en sus propias circunstancias, incluso en lo económico. Por su propia experiencia y las experiencias de quienes lo rodean, Walker estaba convencido de que First Principles Academy debía ser gratuita.

“Queremos que esto sea un ministerio”, dijo, instando a aquellos preocupados por el costo a que Dios provea lo necesario para que la oportunidad de extensión prospere. “Esto es lo que la iglesia ha hecho a lo largo de toda su historia. No cobramos el precio de la entrada a la gente para que venga el domingo. Recibimos y damos libremente. Acabo de animar a todos a que tomen la palabra 'matrícula' y la reemplacen por 'donación'”.

 

Si bien no hay una matrícula fija, la escuela acepta donaciones para pagar a sus maestros y administradores, así como el costo de funcionamiento del campus dentro de una antigua instalación de subastas de caballos, sede de la Iglesia Bautista Salt and Light.

Y "no es sólo una quimera", afirmó Walker. "Lo hemos logrado. Hemos lanzado el proyecto con éxito".

El objetivo

El miércoles después del Día del Trabajo, la escuela, accesible al público y no limitada solo a los feligreses de Salt and Light, abrió con 65 estudiantes y varios miembros del personal con clases desde el jardín de infantes hasta el sexto grado con el objetivo de agregar una escuela secundaria y preparatoria completa en el futuro.

Para inscribirse, los padres (y los estudiantes que tengan la edad suficiente) deben firmar un acuerdo que declare que comprenden que First Principles Academy es un ministerio y, como tal, enseñará a los estudiantes desde una cosmovisión cristiana.

“Creemos que el enorme problema de nuestro país y lo que estamos viendo con la depresión y la ansiedad y muchos de los problemas sociales que estamos viendo se derivan de la falta de Cristo en el centro de nuestra educación”, dijo Walker. “Por eso tenemos el objetivo de poner a Cristo en el centro de nuestra educación. Por lo tanto, hay una parte de esto que va un poco más allá. Existe una necesidad de la comunidad, sí, pero existe la necesidad de traer a Cristo a nuestra educación. … Queremos eso ante todo y queremos que mamá, papá y estudiantes sepan que esto es lo que enseñaremos”.

El “gran objetivo”, continuó, es que el Evangelio se difunda desde el aula a la comunidad. Walker dijo que espera ver a estudiantes no creyentes escuchar el Evangelio en la clase de matemáticas, o en cualquier otra clase, llegar a la fe en Jesús y llevar el mensaje salvador a sus hogares y a sus familias.

Ese objetivo es el eje central de la decisión de abrir la escuela al público, no solo a los feligreses. Si bien la escuela es “una iniciativa evangelizadora”, señaló Walker, está comprometida a diferenciarse de las escuelas públicas y seguirá comprometida con sus valores fundamentales y su declaración de fe.

“Ustedes vienen y se suman a lo que estamos haciendo”, dijo. “Hay inscripción. Tenemos derecho a decir: ‘No, ustedes no van a hacer eso aquí’”.

Además de proporcionar un recurso muy necesario a su comunidad en Kentucky, Walker dijo que espera que la escuela de su iglesia sea "un faro de luz... para que otras iglesias puedan hacer lo mismo".

“Queremos ver a la iglesia, en general, unida en torno a esto y decir: ‘Oh, esto es posible; podemos hacerlo’”, dijo el pastor. “Tengo esta visión loca: me encantaría ver, en 20 años, que sería extraño que uno fuera a una iglesia y no tuviera una escuela… [Queremos ver] iglesias en todo Estados Unidos diciendo: ‘Podemos abrir una escuela’”.

Para obtener más información sobre First Principles Academy, considerar inscribir a sus hijos o realizar una donación al esfuerzo del ministerio, haga clic aquí .