Inclusive usan los mismos los signos, los ritos, las devociones, las advocaciones y las formas litúrgicas.
Los obispos de Ecuador han denunciado la presencia de grupos religiosos que han asumido el nombre de “católicos”, sin formar parte de la Iglesia, en un comunicado dirigido al laicado, vida consagrada y clero.
Entre los pseudo grupos han señalado a Católicos ecuménicos, Vetero-católicos, Iglesia Católica Apostólica Nacional del Ecuador, Iglesia Católica Apostólica renovada en Ecuador.
Todo ello por “el uso y abuso de la palabra ‘católica’ lo que ha creado una verdadera confusión ante nuestros fieles y toda la sociedad ecuatoriana”.
Algunas aclaraciones
Al respecto han formulado una serie de aclaraciones. En primer lugar “respetamos el derecho de las personas a profesar su propia espiritualidad, tal como lo establece la Declaración universal de los derechos humanos y la Constitución Política de la República del Ecuador vigente”.
Por tanto “ratificamos nuestro respeto a todas las personas que profesan cualquier religión y a sus respectivos dirigentes”.
De igual modo “la Iglesia Católica tiene su propia identidad milenaria, que se manifiesta en su doctrina, su credo, su práctica y sus signos, elementos que le diferencian de otras creencias o confesiones religiosas”.
La confusión surge –explican– cuando algunos grupos usan los mismos términos (católico), signos, vestimenta personal: sotanas, cuello clerical; litúrgicos: cálices, copones, ornamentos, ritos libros para bautismos, confirmaciones, devociones y advocaciones: Corazón de Jesús, La Guadalupana incluso templos.
“Respeto a nuestra identidad”
En tanto “como Iglesia católica, sin embargo, solo reconocemos como válidas, lícitas y legítimas las celebraciones realizadas por los obispos, sacerdotes y diáconos debidamente ordenados, facultados y autorizados”.
“La autorización para celebrar los sacramentos se pierde: por abandono voluntario del ejercicio del Ministerio sacerdotal para asumir otro estilo de vida; por cambiar de confesión religiosa, o por una pena canónica temporal o definitiva impuesta por la autoridad católica”, añaden.
De momento exigen “a todos los grupos religiosos el respeto a nuestra identidad católica y, por lo tanto, les pedimos se abstengan del uso del nombre católico, así como también dejen de usar los signos, los ritos, las devociones, las advocaciones y las formas litúrgicas”.
Igualmente “pedimos a los líderes de esos grupos religiosos que con claridad y honestidad indiquen a los fieles que NO forman parte de la Iglesia Católica y señalen su origen y su credo sin ambigüedad alguna”.
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