Del 19 al 27 de enero tendrá lugar la tradicional Vigilia de Oración en favor de la Vida a la que convocan los obispos americanos cada año, en la víspera de la Marcha por la Vida que tiene lugar durante el primer mes del año desde 1979.

De esta manera, miles de peregrinos de todo el país oran en el Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción de Washington por el fin del aborto y un mayor respeto por toda vida humana.

“Urge una gran oración por la vida, una oración que se eleve en todo el mundo. Que a través de iniciativas especiales y en la oración diaria, se eleve una súplica apasionada a Dios, Creador y amante de la vida, de cada comunidad cristiana, de cada grupo y asociación, de cada familia y del corazón de cada creyente”, se puede leer en el comunicado de la Conferencia Episcopal Americana, empleando la frase expresada por Juan Pablo II en Evangelium Vitae en el año 1995.

Nueve jornadas de oración que este 2023 será especial, después de que el pasado mes de junio el Tribunal Supremo de EEUU anulara la protección del derecho al aborto, vigente en este país desde 1973, en una decisión histórica que permitía a cada estado decidir si lo mantiene o lo prohíbe.

De esta manera, la decisión publicada hace medio año revocaba tanto la sentencia conocida como 'Roe versus Wade', acordada hace 49 años, que protegía el derecho al aborto en todo el país, como otra resolución de 1992, 'Planned Parenthood versus Casey', que reafirmaba dicha protección pero permitía a los estados establecer regulaciones sobre el proceso.

Una sentencia de la justicia norteamericana que Biden ha tratado de esquivar, prometiendo en la campaña electoral de las elecciones legilastivas celebradas este mes de noviembre la aprobación de una ley federal que declare el aborto como un derecho en toda la nación. Ley que tendrá difícil sacar adelante después de que la Cámara de Representantes haya pasado a estar controlado por los republicanos, que podrán obstruir buena parte de las políticas del presidente demócrata.