Como cada año, una multitud de devotos llegó este 8 de enero al departamento de Mercedes, en la diócesis de Goya, para visitar el santuario de la Cruz Gil y la figura de Antonio “El Gauchito Gil¨. En ese marco, se celebró misa en la parroquia Nuestra Señora de las Mercedes, desde donde partió la procesión hasta el predio, y el presbítero Julián Zini rezó un responso en el cementerio de Mercedes. “La religiosidad popular es auténtica espiritualidad”, expresó el obispo de Goya, monseñor Adolfo Ramón Canecín.
Una multitud de peregrinos llegó este 8 de enero a la ciudad correntina de Mercedes para visitar el santuario de la Cruz Gil y la figura de Antonio “El Gauchito Gil".
A la hora cero, la Ruta Nacional Nº123 se iluminó con fuegos artificiales para comenzar los festejos en un nuevo aniversario del fallecimiento de Antonio “El Gauchito Gil" Núñez. En ese marco, a las 6 de la mañana, el presbítero Ramón Felipe Espinosa celebró una misa en la parroquia Nuestra Señora de las Mercedes, desde donde partió una peregrinación de jinetes hasta el predio de la Cruz Gil.
El vicario episcopal para la Cultura de la diócesis de Goya, presbítero Julián Zini, rezó un responso a las 8 en el cementerio “La Merced”, frente a la tumba de Antonio Gil. La celebración se enmarcó en la revalorización del culto católico a los fieles difuntos, que acercan nuestras intenciones al Señor.
Durante la celebración, se recibieron alimentos no perecederos que serán destinados a comedores comunitarios, honrando el espíritu solidario que se le atribuye al “Gauchito Gil".
Ni canonizar ni demonizar: acompañar
El obispo de Goya, monseñor Adolfo Ramón Canecín, destacó que desde hace muchos años, el 8 de enero es una fecha que convoca a centenares de miles de personas que vienen desde distintas partes del país.
“Cuando llegué como obispo a Goya, sabía que este sería para mí uno de los grandes desafíos u oportunidades pastorales”, reconoció, y recordó que en un encuentro con el papa Francisco, el Santo Padre le dio un “ABC” para acompañar a los peregrinos y devotos de la Cruz Gil.
En primer lugar, el Papa le recomendó “rezar por los difuntos”, que es una obra de misericordia; en segundo lugar, “hacer uso de un novenario que habían confeccionado en la época de monseñor Faifer, anterior obispo de la diócesis, junto con la comisión de Santuarios del Episcopado habían confeccionado”.
“Recen con ese material, yo lo conozco, yo también hice aportes y sugerencias”, recomendó el Pontífice. Y por último, exhortó a monseñor Canecín a construir el santuario a la Santísima Cruz, a determinada distancia de donde está enclavada la Cruz Gil, que es el lugar que convoca a la gente, “y desde allí ofrezcan todo lo que la Iglesia propone para acompañar a todos los peregrinos y devotos”, aconsejó.
“Esto es lo que venimos haciendo en estos años que estoy como obispo en Goya, también tomé conocimiento que los obispos anteriores escribían cartas pastorales, por eso yo también en estos años fui escribiendo, en ocasión del 8 de enero, distintas cartas pastorales para acompañar a los peregrinos y devotos de la Cruz Gil”, explicó monseñor Canecín.
“Este año lo volví a hacer y se suelen imprimir varios miles de ejemplares que se distribuyen desde ese predio de la Santísima Cruz, ahí el padre Ramón Felipe Espinosa con diáconos, consagradas y laicos del departamento y de otros lugares que se suman, van tratando de acompañar esta experiencia”, detalló. “En su momento supe estar yo también presente, un día 7 y 8 de enero. Este año por circunstancias del descanso no me encuentro en ese lugar”, expresó.
“Por otro lado, los diez obispos de la región NEA venimos trabajando ya hace varios años el tema de la religiosidad popular, y queremos dar a conocer oportunamente, quizás el año próximo, un documento sobre la religiosidad popular como tal, y dentro de ese contexto el fenómeno de la Cruz Gil y otras expresiones religiosas y hasta pseudo religiosas que acontecen en nuestra región”, anticipó.
“Todo esto es para tratar de hacer realidad lo que nos pide el Magisterio de la Iglesia que nos dice que la religiosidad popular es auténtica espiritualidad, es un lugar teológico donde podemos encontrar a Dios, encontrar a Jesús, y nuestra manera es con una mirada y un corazón de pastor, como Jesús, tratar de acompañar a los peregrinos y devotos”, manifestó.
Este acompañamiento se lleva a cabo “ni canonizando ni demonizando las cosas, sino acompañando y tratando, como Jesús a los discípulos de Emaús: acompañar primero en silencio; en su momento preguntar; en su momento catequizar, evangelizar; y en su momento procurar llevar hacia la plenitud esta religiosidad popular. Eso es lo que estamos haciendo”, concluyó.
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