En el marco del 20° aniversario del magnicidio del primer ministro israelí Itzjak Rabín z”l se efectuó un homenaje en el Centro Comunitario Tzavta, coorganizado por Meretz, Avodá, la Fundación Alianza Cultural Hebrea, la Organización Sionista Argentina y las tnuot Hashomer Hatzair y Habonim Dror, entre otros.
El acto se inició con los himnos Nacional Argentino y Hatikva, y luego, el secretario general de Avodá, Demián Stratievsky (foto), manifestó que la “paz es un estado en el cual se encuentra el equilibrio”, un “entendimiento tácito para el mantenimiento de buenas relaciones, mutuamente beneficiosas, entre individuos” y “la no violencia”.
“Por esta paz luchó Itzjak Rabin y por esa lucha fue asesinado”, sintetizó.
“Nacido en Israel, en un hogar identificado plenamente con la idea sionista socialista, nos dejó un gran legado: esa lucha que sostenía y que hoy hace eco en nuestros oídos”, resaltó el joven dirigente laborista.
“La transmutación de Itzjak Rabin en su último ciclo pleno y virtuoso lo encuentra enarbolando el concepto ‘paz por territorios’, resultado de ese pragmatismo; posición que como político y militar adoptó en una histórica y realista actitud con el objeto de un acercamiento a los palestinos sobre la base de fronteras seguras y normalización de relaciones con los países vecinos, como también posicionar y mejorar la imagen de Israel en el marco internacional”, finalizó.
En tanto, Federico Augman, boguer (egresado) de Hashomer Hatzair, resaltó la reunión “para conmemorar a Itzjak Rabin, militar, político y protagonista de los avances para encontrar la paz en Medio Oriente”, cuyo “llamado a la solución del conflicto (palestino-israelí) bajo la consigna ‘dos Estados para dos pueblos’ y sus advertencias sobre el extremismo radical motivaron el surgimiento de voces para canalizar las demandas a favor de la paz”.
“Su actitud y perseverancia a pesar de todas las manifestaciones en su contra hablan de la verdad de sus convicciones y su convencimiento en la búsqueda que emprendía”, destacó antes de aseverar que el fin del fundamentalismo se logrará mediante una eventual eliminación del ISIS y Hamas, sino a través de la educación y el diálogo.
“Nuestros hermanos en Israel están sufriendo las consecuencia de ese asesinato; qué habría pasado si Rabin hubiese podido concluir sus ideas es algo que nos preguntamos todos los días y lo único que nos queda dando vueltas en la cabeza es que aquellos que marchaban en su contra son los que están al mando del Estado de Israel, ¿es posible que seamos tan ciegos?”, inquirió Rodrigo Pavolotzki, representante de Habonim Dror.
“Hoy, parte del pueblo de Israel sigue eligiendo el camino equivocado: la intolerancia y los actos brutales que se ven en nuestra amada Mediná son un reflejo de 20 años de malas decisiones y falta de diálogo y liderazgo”, completó.
“Detrás de un asesinato político para tratar de impedir el desarrollo de un proceso de paz hay un pensamiento más profundo y peligroso aún: que es imposible que el Estado de Israel sea judío y democrático, una motivación que encontró el asesino, Igal Amir, pero no solamente él, sino aquellos que instigaron el asesinato”, aseguró el secretario general de la Unión Mundial Meretz, Darío Teitelbaum.
“La grandeza de Itzjak Rabin es que a pesar de su propia herencia histórica -el laborismo siempre negó su existencia- dijo: ‘hay un pueblo palestino y su representante legítimo es la OLP’, con la cual se podía empezar el diálogo a favor de la paz”, recordó.
“No puede haber un sionismo completo sin la paz y la normalización del pueblo judío, y esto pasa hoy en día: el número de israelíes que consideran que es más importante que el Estado de Israel sea judío a judío y democrático está creciendo, lamentablemente, y del lado árabeisraelí también se está perdiendo la esperanza de una coexistencia pacífica; en estos 20 años los círculos de la violencia crecieron, y cada vez más fuerte”, semblanteó el funcionario israelí de origen argentino.
“En estos días, en Israel hay centenares de jóvenes, y no tanto, que con el mismo cuchillo con que cortaron el pan a la mañana salen a apuñalar a personas inocentes, o con el mismo coche con que trabajaron atropellaron a judíos, y en el otro lado, la necesidad de articular una actividad antiterrorista es inminente y no condenable, pero si -paralelamente a eso- no se hace un esfuerzo para comenzar de vuelta el diálogo es como si nada hiciéramos; estamos ante otra escalada de violencia que, lamentablemente, solo arroja víctimas en los dos pueblos”, resumió.
Teitelbaum recordó que Rabin logró tener mayoría en la Knesset gracias al apoyo de 7 legisladores árabes y “éste es uno de sus mensajes más profundos: en la democracia no existe una mayoría judía, y así salió a una de las gestas más importantes del pueblo de Israel, que era el proceso de pacificación y reconciliación con el pueblo palestino”.
Lograr que “el sionismo vuelva a ser una palabra de bien, paz, comprensión y protección es el arreglo que es nuestra obligación hacer, tanto en la Diáspora como en Israel”, propuso.
“Me parece que Rabin intentó arreglar algunos errores que hicimos en el camino y que todavía están; entonces, tenemos que ser nosotros los mecánicos que los arreglemos”, aquello que “tres balas truncaron”, concluyó el secretario general de la Unión Mundial Meretz en referencia al modo de su asesinato.
Finalmente se proyectó un video con Shir Hashalom, la canción de la paz, que fue acompañada por el público presente, entre quienes se contaban los diputados nacionales Ricardo Cuccovillo y Juan Carlos Zabalza; los titulares de la Organización Sionista Argentina, Danny Lew, y Avodá, Isaías Karduner; el vicepresidente de la DAIA, David Drukier; y los representantes de la Agencia Judía, Gabriela Glasman, y Shalom Ajshav, Roberto Faur.
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