La cátedra, asiento de madera desde el que enseña el maestro, es una reliquia del primer Papa, también conocida como Cathedra Sancti Petri Apostoli. Se remonta a los inicios del cristianismo.
El pasado 2 de octubre el Papa Francisco pudo conocer directamente una de las reliquias más importantes del primer Papa, es decir, de san Pedro. Por la mañana de ese día, en la sacristía Ottoboni de la Basílica Vaticana, al final de la Santa Misa con la que se abrió el sínodo sobre la sinodalidad, el Papa Francisco pudo ver la Cátedra del Apóstol San Pedro.
La cátedra es “el antiguo trono de madera, símbolo del primado de Pedro, extraída durante los trabajos de restauración en el monumento de Bernini, en el ábside de la Basílica”, que está en restauración.
La cátedra es considerada por la tradición la silla episcopal de San Pedro. Sus adornos son placas de marfil con figuras de los trabajos de Hércules y frisos, también de marfil, del s. IX, propios de la época carolingia.
Un relieve de Cristo en el respaldo muestra a Cristo confiando a Pedro la guía de la Iglesia. Unos bajorrelieves al lado derecho representan la entrega de las llaves narrada en el Evangelio de San Mateo y otros, a la izquierda, tienen el lavatorio de los pies narrado por san Juan en su Evangelio.
La reliquia fue llevada por la Fábrica de San Pedro a la sacristía de la basílica para mostrarla al Santo Padre con motivo de la Misa de apertura de la segunda sesión del Sínodo de la Sinodalidad.
La cátedra, asiento de madera desde el que enseña el maestro, es una reliquia del primer Papa, también conocida como Cathedra Sancti Petri Apostoli. Se remonta a los inicios del cristianismo.
La pieza histórica se conserva habitualmente en el ábside de la Basílica de San Pedro, obra realizada por Gian Lorenzo Bernini, terminada en 1666, tras diez años de trabajos. Los elementos de bronce pesan 74 toneladas. La cátedra se conserva en un relicario y representa la autoridad espiritual, temporal y moral del apóstol San Pedro y sus sucesores.
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