El ex canciller Héctor Timerman llegó después de las 9 a los Tribunales de Comodoro Py. Fue citado para declarar en la causa por presunto encubrimiento de los iraníes acusados del atentado a la AMIA. La investigación judicial surge de la denuncia que el fiscal Alberto Nisman hizo pocos días antes de aparecer muerto en su departamento, y que tiene como principal imputada a la ex presidenta Cristina Kirchner.

Como parte de su defensa, el ex canciller presentó al juez Bonadio un escrito en el que hizo particular énfasis en quien lo denunció: "El memorándum con Irán fue respaldado por Nisman", dice uno de los párrafos de dicho escrito de 160 páginas. Ese pacto era la base de la acusación del fiscal fallecido. Timerman señaló que sólo buscó "agilizar la investigación".

No mencionó nunca a Cristina Kirchner en su breve alocución donde recalcó que nunca "cometí traición" y donde negó reuniones ocultas en Aleppo con su par iraní. Pidió una próxima audiencia para responder preguntas ante su delicado de salud.

Timerman llegó a Tribunales en un auto acompañado por Graciana Peñafort, socia del abogado Alejandro Rúa, su defensor. Evitó el acceso principal del edificio e ingresó por el subsuelo. Con dificultad para caminar debido a su delicado estado de salud, el ex canciller llegó al cuarto piso para declarar ante Bonadio y el fiscal Taiano.

Habló con tono pausado pero firme a la hora de dejar en claro algunos ejes de su defensa. Su escrito de 160 páginas es un extenso relato de cómo se llegó a firmar el Memorándum de Entendimiento con la república islámica de Irán. Hizo mucho énfasis en "las instancias previas, el intercambio de documentación y las ofertas de mediación de Irán".

Cuando se le preguntó si iba a declarar, accedió. En esta instancia, lo primero que aclaró es que nunca "encubrió" a nadie con el Pacto y que no "se cometió traición", planteó Timerman.

Defendiendo el Memorándum que él firmo, señaló que era un "acuerdo con destino a que fueran indagados los sospechosos". Asimismo, durante su declaración el ex canciller reiteró que el Pacto era el vehículo para "agilizar la causa ya que la ley iraní no permite la extradición" y sólo se buscó "que se avance", dijo en su defensa.

Hizo una gran defensa de su persona como un "militante de los derechos humanos y fue enfático al negar "cualquier reunión oculta con el canciller Iraní en Aleppo". Esto lo reforzó en dos oportunidades, pero agregó "y si hubiera tenido una reunión, no hay ningún ilícito en eso tengo el derecho de reunirme con quien sea".

Si bien había llegado dispuesto a responder preguntas en lo que fue su primera declaración testimonial. Su salud no le permitió enfrentar una extensa indagatoria y pidió una próxima audiencia para responder a las consultas del juez Bonadio y el fiscal Eduardo Taiano. Cerca del mediodía el ex canciller se retiró de los tribunales de Comodoro Py.

El ex titular del Ministerio de Relaciones Exteriores fue el primero de más de una decena de citados por Bonadio. Mañana deberá presentarse el ex espía Allan Bogado, este jueves Luis D'Elía y el 26 de este mes Cristina Kirchner.

El ex canciller, según el pedido de indagatoria que hizo en su momento el fiscal Gerardo Pollicita (basado en la denuncia de Nisman), fue el encargado de encabezar la negociación con los iraníes, bajo el padrinazgo del régimen sirio de Bashar Al Assad. Es el funcionario operativo de más alto rango en la acusación por encubrimiento del atentado a la AMIA.

Para la Justicia, Timerman y Cristina Kirchner idearon un "plan criminal orquestado y puesto en funcionamiento" por ambos para "dotar de impunidad" a los ciudadanos iraníes que tenían pedido de captura internacional en Interpol por el atentado a la mutual judía.

Esas alertas rojas de Interpol que la Justicia argentina había pedido contra cinco iraníes también son un eje de la investigación contra Timerman. Se trata del único elemento de presión que le queda a la Argentina para intentar que Irán acepte la indagatoria a sus ex funcionarios.

El abogado de Timerman ya había presentado un escrito con dictámenes de Nisman en los que supuestamente daba su "beneplácito" y consideraba "altamente constructivas" las tratativas con el Gobierno iraní.​

En la documentación aportada por Rúa, siempre según la versión de la defensa del ex canciller, consta "la propuesta que entonces hicieran las autoridades iraníes a la Secretaría General de Interpol para la realización de reuniones para discutir la futura cooperación en este tema, la invitación cursada por Interpol para que las ​autoridades (argentinas) indiquen su disponibilidad para participar de dichas reuniones y la respuesta favorable que el entonces fiscal Nisman diera".