Haim Korsia hizo esta propuesta delante del presidente Macron y referentes de los credos que participan en París de la Conferencia Internacional Imagine Peace. La comunidad católica está presente en Argentina. Solidaridad y diálogo interreligioso, claves.
El Gran Rabino de Francia, Haim Korsia, dijo este lunes que la Comunidad de San Egidio "merece recibir el Premio Nobel de la Paz", ya que propone discutir sobre la paz, en una conferencia que tuvo su jornada inaugural en París.
''Gracias a la Comunidad de San Egidio por proponernos discutir el tema de la paz. Sólo por esto mereces recibir el Premio Nobel de la Paz'': afirmó Korsia, durante su discurso en la jornada inaugural de la Conferencia Internacional por la Paz "Imaginer la Paix - Imagine Peace", promovida por la Comunidad de San Egidio junto con la arquidiócesis de París.
"Tenemos que imaginar el Premio Nobel para poder realizarlo algún día", continuó Korsia, añadiendo que tal reconocimiento para la organización fundada por Andrea Riccardi sería más "legítimo" que nunca.
Durante su discurso en el Palacio En el Congreso de París, ante el presidente Emmanuel Macron y altos exponentes de todos los credos y religiones, Korsia subrayó también que "cuando hablamos de imaginar la paz, el camino más corto del punto A al punto B no es una línea recta, sino un sueño".
San Egidio en Argentina y el mundo
La Comunidad de San Egidio nació en Roma en 1968, por iniciativa de Andrea Riccardi, quien comenzó reuniendo a un grupo de estudiantes de bachillerato, para escuchar y poner en práctica el Evangelio.
A la luz del Concilio Vaticano II, la institución eclesial es una realidad de oración, fraternidad y servicio, que convive con muchas realidades diferentes.
Desde Roma, la Comunidad extendió su misión a otras partes del mundo, donde trabaja por la vida y las dificultades de los más pobres, por el diálogo ecuménico e interreligioso, como también por construir puentes de paz, allí donde los odios y las divisiones parecen prevalecer.
La Comunidad de San Egidio está presente en la Argentina desde 1987, y su inicio en el país coincidió con la visita del papa san Juan Pablo II con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud, celebrada en Buenos Aires durante la Semana Santa de aquel año.
En esa oportunidad, una delegación conformada por miembros de Roma, Nápoles, Génova y Novara entró en contacto con fieles de la parroquia universitaria San Lucas, del barrio porteño de Recoleta. De la oración de italianos y argentinos nació una amistad y la necesidad de ir al encuentro de los más pobres.
La Comunidad de San Egidio fue clave en la asistencia de los sectores vulnerables durante la pandemia, y organiza cada año sus tradicionales almuerzos navideños en diversos templos, desarrolla una serie de acciones a favor de los “amigos de la calle”, convoca a momentos de oración ecuménica e interreligiosa por la paz mundial, y realiza campañas para abolir la pena de muerte, entre otras actividades solidarias.
También está presente en las ciudades bonaerenses de Coronel Pringles y de Gregorio de Laferrere, y en los barrios Almafuerte y Puerta de Hierro, del partido de La Matanza.
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