Así lo manifestó el padre Carlos “Cacho” Tissera, obispo de Quilmes y titular de Cáritas, al analizar la compleja situación social del país. Expresó "Argentina tiene pobres, pero no es un país pobre”.
Monseñor Carlos Tissera, Presidente de Caritas y actualmente en la Congregación de Quilmes, dialogó con Micrófono Abierto analizando la realidad de la actual situación social.
El referente de la Iglesia Católica manifestó que “situación social es muy difícil, hemos tenido una bocanada de aire fresco con el mundial y por las vacaciones, pero hay mucha gente que no sale de vacaciones, que no llega a fin de mes, el tema de lo laboral en algunos rubros se incrementó y en otros no y además la problemática de la inflación que ningún gobierno encuentra la punta del ovillo”.
Tissera explicó que Cáritas está en la atención inmediata de la gente y “como dice el Papa Francisco hay una brecha grande entre pobres y ricos y cada vez son más los pobres”.
Agregó que cada vez más se ven las estructuras injustas y “es difícil liberarse de estas cosas, pero hay que seguir, porque la gran pobreza es la indiferencia, se usan muchos programas para hablar de los pobres pero después no se hace nada, ven solo la conveniencia y el sufrimiento de la gente. Como decía mi abuelo, el vivo vive del sonso y el sonso de su trabajo”.
Monseñor Tissera manifestó que “lo de Cáritas es una gotita en el mar, solucionamos problemas de la gente, hay colaboración entre la gente necesitada, entre quienes no le alcanzan, hay nuevos pobres en la sociedad, la gente es solidaria con trabajo, con servicio, los voluntarios de Cáritas son gente común, no son potentados. Cáritas promociona la dignidad humana”.
Insistió con que “la gran pobreza que hay que combatir es la indiferencia, Argentina tiene pobres, pero no es un país pobre”.
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