El ex presidente de la Organización Sionista del Uruguay y miembro actual de su ejecutivo resaltó a la Agencia Judía de Noticias (AJN) que “las pintadas antisemitas son relacionadas con ideologías que sienten un profundo rechazo a Israel y se canalizan mediante la excusa del apoyo al pueblo palestino”.
El ex presidente de la Organización Sionista del Uruguay (OSU) y miembro actual de su ejecutivo, Gerardo Stuczynski, afirmó en una entrevista con la Agencia Judía de Noticias (AJN) que “en Uruguay hay antisemitas, pero no antisemitismo. O sea, no existen organizaciones fuertes y estructuradas con fines antijudíos”.
Stuczynski consideró: “Las pintadas antisemitas son casos aislados y no consideramos que sean producto de la actividad organizada de un grupo. Son más frecuentes las que están relacionadas con ideologías que sienten un profundo rechazo a Israel y a los judíos y se canalizan mediante la excusa del apoyo al pueblo palestino”.
“Cuando los palestinos son masacrados por otros árabes, no se produce una sola manifestación ni expresión de solidaridad de ningún tipo. Cuando los palestinos caen víctimas de Israel a causa de su lucha defensiva contra las agresiones del gobierno terrorista de Hamás en Gaza que los utiliza como escudos humanos, entonces se produce una irrupción de manifestaciones antisemitas en las calles, medios de prensa, declaraciones de grupos sociales y políticos y también grafitis en las calles”, agregó.
Además, como secretario general de la Confederación Sionista Latinoamericana, opinó que en toda Latinoamérica “básicamente sucede algo similar, pero no se puede hacer generalizaciones, porque cada país y cada comunidad tienen sus características propias. Hay poblaciones que tienen impregnado un antisemitismo desde lo cultural, mientras otras no comparten ese sentimiento. Hay gobiernos que honestamente desean una solución pacífica al conflicto árabe israelí, mientras otros son aliados incondicionales de los terroristas”.
“Durante la última guerra de Gaza hubo múltiples expresiones y actitudes antisemitas de los gobiernos. Algunos de ellos respondiendo a un sentimiento generalizado de su electorado, pero otros, se manifestaron en ese sentido para influir sobre su opinión pública, aún sin que gran parte de ella compartiera ese tipo de expresiones”, recordó a un año de la Operación Margen Protector, cuando Chile, El Salvador, Perú, Ecuador y Brasil llamaron a consultas a sus embajadores en Tel Aviv.
Por otro lado, Stuczynski, quien también integra el ejecutivo de la Organización Sionista Mundial, se refirió al nivel de sionismo en Uruguay, en particular, y en América Latina, en general. “Nuestras comunidades se han caracterizado siempre por su amor a Israel. El posicionamiento de Israel como centro físico y espiritual de la vida judía no es discutible en estas latitudes. Uruguay es el paradigma, ya que no hay ninguna institución no sionista que pertenezca a la comunidad organizada.”
“Tanto las comunidades, institutos educativos, movimientos juveniles y demás instituciones se identifican plena y abiertamente con Israel. Eso se manifiesta en el altísimo número de integrantes de la comunidad judía uruguaya que viven en Israel y en las excelentes relaciones que existen entre ambos pueblos y gobiernos”, añadió.
En otro orden, subrayó que “el apoyo que siempre brindó el movimiento sionista a la educación judeo-sionista formal y no formal está basado en un andamiaje que la crisis económica está haciendo temblequear”.
“Por tanto, creo que los dirigentes comunitarios debemos primero identificar que estamos ante nuevos escenarios y segundo agudizar la imaginación y el ingenio, para poder lograr continuar sosteniendo, lo que en definitiva constituye nuestra propia esencia”, concluyó.
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