En su alocución, hizo referencia al cardenal Marcelo González Martín que le ordenó sacerdote y calificó como “Padre de la Iglesia contemporánea”
Francisco César García Magán es ya obispo auxiliar de Toledo. Ayer sábado 15 de enero, ha recibido la ordenación episcopal en una celebración presidida por el arzobispo de Toledo don Francisco Cerro Chaves. Con él, concelebraron 5 cardenales, 7 arzobispos, 18 obispos, el colegio de consultores, el deán y Cabildo Primado y cerca de 350 sacerdotes.
"¿Qué debemos responder como obispos? Creo humildemente que nuestra misión debe ser anunciar esperanza a todos los hombres y mujeres, proclamar el sentido pleno de sus existencias, intentar iluminar los misterios de la enfermedad y de la muerte, y para todo ello contamos con el mensaje que hemos recibido por sucesión apostólica; nosotros somos testigos del Resucitado y desde su luz hemos de alumbrar todas las noches y los sinsentidos de la vida de los hombres y mujeres", ha dicho en su alocución final tras la Eucaristía Francisco César García Magán.
Ni asamblearismo ni sociologismo
El ya obispo auxiliar de Toledo se refirió también al contexto eclesial en el que empieza su servicio episcopal en un momento de preparación sinodal en el conjunto de la Iglesia Universal. "Esto significa que todos hemos de tomar conciencia de la naturaleza comunional de la Iglesia, lo cual no es ni un asamblearismo ni un mero sociologismo, sino que se trata de potenciar y vivir la realidad poliédrica de la Iglesia en la diversidad de sus ministerios, servicios y vocaciones, como diversas son las formas y colores de las vidrieras de nuestra catedral. La catolicidad no es uniformidad sino variedad en comunión y en fraternidad cristiana", dijo.
Palabras de gratitud a otros obispos
Dentro de una alocución en la que tuvo palabras de agradecimiento para todos los que le acompañaban, agradeció en primer lugar al arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves, quien relató la unión de vida que han recorrido ambos, cuando hace casi 40 años, un joven seminarista se fijaba en un joven vicario parroquial que, desde la entrega y la cercanía a todos, le enseñaba a ser sacerdote. "Hoy, 40 años después, el joven vicario es el Arzobispo Primado y aquel joven sacerdote es tu obispo auxiliar que seguirá fijándose en ti para aprender su nuevo ministerio. Aquí tienes mis manos para ponerlas junto a las tuyas y seguir así roturando este campo del Señor que es nuestra iglesia particular. Aquí tienes mi espalda para ayudarte a llevar el peso de las cruces que el Señor envía y que sabemos que, antes o después, tienen su mañana de resurrección", señaló.
También agradeció la confianza que depositó en él, el arzobispo emérito de Toledo, Braulio Rodríguez, cuando le nombró vicario episcopal y posteriormente vicario general, "hasta el ejemplo de entrega y fidelidad que nos ofreció a toda la archidiócesis durante los años de su pontificado".
También mencionó al al anterior arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares y a otros arzobispos que ha tenido la archidiócesis, como el Cardenal D. Marcelo González Martín "que me ordenó sacerdote, que me envió a Roma a ampliar estudios y que generosamente me cedió para estar al servicio de la Santa Sede. El legado eclesial de D. Marcelo es rica herencia viva no sólo en esta comunidad diocesana sino en tantas iglesias particulares de la Iglesia universal, lo cual le hace merecedor de ser calificado como un Padre de la Iglesia contemporánea".
Agradecimientos al Nuncio
No se olvidó del Nuncio Apostólico, Bernardito Cleopas Auza, por haber aceptado ser coconsagrante en su ordenación episcopal. "Ruego a Vuestra Excelencia que transmita al Santo Padre mi más profunda comunión eclesial y mi obediencia leal a su persona y a su ministerio como sucesor del apóstol Pedro. Como le dije el día que me notificó mi nombramiento, los años de servicio directo a la Santa Sede bajo los pontificados de san Juan Pablo II y de Benedicto XVI, en Secretaría de Estado y en diversas Nunciaturas Apostólicas, los vivo como una gracia muy especial del Señor en mi ministerio presbiteral. Por esto he querido incluir a los últimos Sumos Pontífices canonizados en las letanías de los santos", explicó el nuevo obispo auxiliar de Toledo.
Finalmente, agradeció a su familia el apoyo que ha recibido, como a su hermana, su cuñado, su sobrino, tíos y primos. Y "una gratitud infinita llena de cariño hecho oración por mis padres, Francisco y Marina. Les pido que acompañen y guíen, desde su intercesión, mi episcopado. De ellos recibí la vida, la fe, la educación, todo lo que tengo y todo lo que soy. Si yo fuera capaz de ofrecer la mitad de entrega y de amor de los que nos ofrecieron a mi hermana y a mí, ¡qué buen obispo sería! Querido papá, querida mamá un gran abrazo y un beso infinito".
Normalidad democrática
Por último, tuvo palabras de agradecimiento a todas las autoridades civiles y militares nacionales, autonómicas, provinciales y locales que le han acompañado, entre ellas: Don Emiliano García Page, presidente de Castilla-La Mancha; José Manuel Albares Bueno, ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación; Pablo Bellido Acevedo, presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha; Milagros Tolón Jaime, alcaldesa de Toledo y José Bono Martínez, expresidente del Congreso de los Diputados.
"Vuestra presencia en esta celebración es signo de la normalidad democrática de unas relaciones de cooperación que todos hemos de promover, desde el respeto y la autonomía de cada ámbito, en aras del bien común y del servicio que todos deseamos ofrecer a los hombres y mujeres de nuestra sociedad", concluyó.
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