La representante de los Estados Unidos ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidos, Erin Barclay, instó a dicho organismo a que "termine su obsesión con Israel", a la vez que aseguró que su país está "más comprometido que nunca" con los Derechos Humanos.
En el marco de los rumores de que Washington consideraría retirarse de la ONU, Barclay se manifestó crítica con respecto al accionar de este organismo: “Desgraciadamente, demasiadas acciones en este Consejo no apoyan esos principios. Por el contrario, los contradicen”, denunció Barclay.
“Tanta gente en el mundo, también en algunos Estados miembros, sufren esfuerzos continuados de sus propios gobiernos para restringir los derechos humanos y las libertades fundamentales”, recalcó, y apuntó a “detenciones arbitraria, ejecuciones extrajudiciales y violencia sexual y basada en el género”.
“Eso es inaceptable, especialmente teniendo en cuenta el papel de liderazgo que los miembros de este Consejo tienen”, indicó.
Washington está además “profundamente preocupada por el continuado foco injusto y desequilibrado que [el Consejo] pone en un solo país democrático: Israel”, puntualizó Barclay.
“Ninguna otra nación se encuentra en el foco de un punto de agenda entero… La obsesión con Israel… es la mayora amenaza a la credibilidad de este Consejo”, expresó Barclay, una diplomática de carrera. “Limita lo bueno que podemos lograr, al hacer una burla de este Consejo. Estados Unidos se opondrá a cualquier esfuerzo para deslegitimar o aislar a Israel, no solo en el Consejo de Derechos Humanos, sino dondequiera que ocurra”.
Explicó que en estos momentos el régimen del presidente sirio, Bashar al Assad, “bombardea hospitales y obliga a sus propios ciudadanos a huir como refugiados a países vecinos” y en Corea del Norte e Irán “millones de personas ven denegadas su libertad de religión o culto, la reunión pacífica y la libertad de asociación y expresión”. La delegada estadounidense citó los abusos en Siria y Corea del Norte, y denunció que en particular el organismo de derechos humanos de la ONU “se focaliza en forma constante, sesgada y desequilibrada” en Israel, lo que es “profundamente preocupante”.
“Cuando hablamos de derechos humanos ningún país debe quedar excluido de escrutinio; pero tampoco ningún país democrático debe quedar sujeto regularmente a un sesgo desequilibrado e infundado”, subrayó.
La reprimenda anual del Consejo contra Israel ha sido una fuente especial de irritación para las Administraciones demócratas y republicanas de Estados Unidos.
Cuando fue creado en 2006, Estados Unidos declinó buscar un asiento en el Consejo compuesto por 47 miembros, explicando su escepticismo por la inclusión de numerosos países autoritarios. Estados Unidos se sumó al Consejo en 2009, tras la asunción de Obama.
Barclay puso de relieve que Estados Unidos promueve los derechos humanos universales, incluyendo la libertad de culto, asociación y de expresión.
“En cuanto a nuestros compromisos futuros, mi gobierno va a considerar las acciones del Consejo con la vista puesta en reformarlo para lograr más plenamente la misión del Consejo de proteger y promover los derechos humanos”, dijo Barclay.
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