El rector de la Misión católica hispanohablante de Estocolmo asegura que las conversiones crecen a “cuenta gotas”.
El Papa Francisco visita Suecia los días 31 de octubre y 1 de noviembre, con motivo de los 500 años de la reforma luterana. El encuentro del Santo Padre responde a una invitación conjunta de la Confederación Luterana Mundial y el Pontificio Consejo para la unidad de los cristianos. Francisco aprovechará este viaje para alentar a los católicos, que no llegan al 2% en un país altamente secularizado y, en ocasiones, agresivo contra la Iglesia Católica.
El Papa aterrizará en la ciudad de Malmö donde será recibido por el primer ministro, Stefan Löfven. Los Reyes de Suecia lo saludarán en el Palacio Real de Lund. En la catedral de dicha ciudad y a las 14.30 horas, se celebrará una oración ecuménica.
Pero el acto central del viaje será la celebración solemne ecuménica en el estadio cubierto (Malmö Arena) a las 16.40 horas, que contará con música, testimonios, etc. Intervendrán entre otros, Martin Junge, secretario general de la Confederación Luterana Mundial (CLM) el obispo luterano y presidente de la CLM Munib Younan, el cardenal Kurt Koch (Prefecto del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos), Antjé Jackelén (Arzobispo luterano de Uppsala) y Msgr. Anders Arborelius (obispo católico de Estocolmo).
“El Papa no viene a celebrar nada, sino a recordar un acontecimiento doloroso para ambas partes, con una actitud humilde de arrepentimiento mutuo, y deseos de caminar también juntos hacia la unidad, aunque el clima será de reconciliación”, afirma a Religión Confidencial el sacerdote español Andrés Bernar, afincado en Suecia desde hace algunos años y rector de la Misión católica hispanohablante de Estocolmo.
En este sentido, el Santo Padre acude a Suecia para bendecir los 50 años del diálogo entre luteranos y católicos y no para conmemorar los 500 años de reforma.
Como es un acto convocado por la iglesia luterana sueca, ésta “no quería que la conmemoración ecuménica se viera ensombrecida por un acto más mediático para los católicos. Después de mucho negociar se llegó a la conclusión de alargar un día el viaje para que el Papa pudiera celebrar Misa el 1 de noviembre, festividad de Todos los Santos y separar así ambos eventos”, explica el sacerdote Andrés Bernar.
El encuentro tiene bastante trascendencia para los suecos, porque tanto el acto en la catedral de Lund como la Misa con los católicos, serán emitidos por la primera cadena de televisión nacional.
Un luteranismo agresivo contra los católicos
La historia del luteranismo en Suecia, tan agresivo con los católicos, ha hecho que la personalidad sueca se haya edificado “con un marcado carácter ´anti-católico`; es algo que está en su educación”, revela el rector de la misión católica de Estocolmo.
Desde la experiencia de este sacerdote, por parte de los católicos sí que se puede apreciar un cierto deseo de unidad entre todos los cristianos, aunque con matices, pues en la práctica hay muchas diferencias: los luteranos aceptan a mujeres pastoras, la homosexualidad es bendecida, la bandera de la ideología de género arribada, la defensa del aborto y las relaciones prematrimoniales, etc. “Es difícil pensar en una unidad. Las cuestiones teológicas en disputa como sola fide, sola scriptura, de Lutero, no tienen mucha presencia entre los fieles”, manifiesta monseñor Bernar a RC.
Sin embargo, el sacerdote apunta que en algunas cuestiones sociales, la iglesia luterana sueca es ejemplar: tiene programas de ayuda al tercer mundo, estructuras de ayuda social a personas necesitadas y al inmigrante, etc.
En cambio el tema del aborto sigue siendo tabú: no se está en contra en absoluto. “Hay campañas para conseguir 0% de nacimientos Down, a base de diagnosticarlos a tiempo para abortarlos. No se escuchan apenas voces en contra, fuera de la Iglesia católica. Y sobre la ideología de género en estos países, lamentablemente lleva mucha `ventaja´ a lo que se ve en España, lamentablemente”, declara el padre Bernar.
Respecto a los atentados islamistas, lejos de unir a los cristianos, la reacción ha sido otra: “Todos los extremismos son malos, y en este saco aprovechan para meter también a la Iglesia Católica. Critican a las religiones en general. No ven el cristianismo como una religión de paz: continuamente sale el tema de la inquisición, la conquista de América, las cruzadas, los clichés clásicos anticatólicos”, declara el padre Bernar.
Crecen las conversiones
A pesar de estas dificultades y que los católicos representan verdaderamente a las periferias de las que habla el Papa, el número de conversiones crece en Suecia, aunque a cuenta gotas: unas 100 al año, pero sobre todo por la inmigración y los refugiados. El rector de la misión católica hispanohablante expone que los católicos encuentran a menudo un hogar en la Iglesia: “Es un refugio en una sociedad muy individualista. La gente se toma más en serio su religión pues se siente siempre en minoría”.
Suecia tiene más de nueve millones de habitantes en el que menos del 2% se declara católico (113.000 personas), por lo que es un país mayoritariamente protestante con un importante porcentaje de la población agnóstica o atea.
El martes 1 de noviembre, el Papa celebrará la Misa a las 9.30 en el estadio Swedbank de Malmö, con capacidad para 19.000 personas. Se espera algunos obispos de diócesis vecinas y unos 200 sacerdotes concelebraremos.
Comentá la nota