Francisco: el servicio armado es sólo para legítima defensa, no para imponer el dominio

Francisco: el servicio armado es sólo para legítima defensa, no para imponer el dominio

Al final de la celebración eucarística jubilar, dirigiéndose a los militares de todo el mundo, el Papa hace otra recomendación citando la «Gaudium et spes»: observar siempre las convenciones internacionales sobre los conflictos, guardar «sagrado respeto por la vida de la Creación». Luego su pensamiento se dirige a Ucrania, Palestina, Israel, Myanmar, Kivu, Sudán: «Que callen las armas en todas partes y que se escuche el grito de los pueblos que piden la paz».

Por: Antonella Palermo - Ciudad del Vaticano

Al final de la Misa por el Jubileo de las Fuerzas Armadas, de Policía y de Seguridad, presidida por el Papa Francisco en la Plaza de San Pedro, el Pontífice renueva su recomendación a la luz de la Constitución Pastoral Gaudium et spes, que en el párrafo n. 79 especifica precisamente el deber de mitigar la inhumanidad de la guerra.

El servicio armado sólo debe ejercerse en legítima defensa

La puntualización de la doctrina de la Iglesia se hace antes de la oración mariana dominical, al tiempo que se da las gracias a las autoridades civiles presentes en el Vaticano por su peregrinación, «por su servicio pastoral» y a los ordinarios y capellanes castrenses. A los militares esparcidos por el mundo, el Pontífice recuerda uno de los principales documentos del Concilio Vaticano II que dice: «Los que, al servicio de la patria, se hallan en el ejercicio, considérense instrumentos de la seguridad y libertad de los pueblos».

Este servicio armado sólo debe ejercerse en defensa propia, nunca para imponer el dominio sobre otras naciones. Siempre observando las convenciones internacionales sobre conflictos. Y ante todo con sagrado respeto a la vida de la Creación.

Rezar por la paz en las regiones desgarradas por los conflictos

Y confiando su oración a la Virgen, Reina de la Paz, Francisco no olvida dirigir su pensamiento a la «atormentada Ucrania, en Palestina, en Israel, Myanmar, en todo Oriente Medio, en Kivu, en Sudán.

Que en todas partes callen las armas y se escuche el grito de los pueblos que piden la paz.

Las palabras del Papa llegan cuando los escenarios de conflicto en algunas regiones del mundo despiertan la preocupación de cancillerías y pueblos. En relación a la guerra en Ucrania, el presidente de EEUU, Trump, afirmó en una entrevista al New York Post que había hablado por teléfono con su homólogo ruso, Putin, para intentar negociar el fin del conflicto. Por parte rusa ninguna confirmación ni desmentida. En la ex Birmania, donde la Junta Militar lleva casi cuatro años atacando a la población, la situación de los refugiados es desesperada, agravada por las medidas enérgicas de Donald Trump contra la agencia de desarrollo estadounidense USAID, que -como señala la organización humanitaria católica missio Aachen- ya están teniendo un gran impacto, al dejar de financiarse de la noche a la mañana un centro de salud en un campo de refugiados en la frontera entre Tailandia y Myanmar. Mientras tanto, el Presidente de Kenia, que actualmente lidera la Comunidad de África Oriental, organismo que promovió la cumbre de ayer en Dar es Salaam, ha hecho un llamamiento a todas las fuerzas armadas de la República Democrática del Congo para que cesen las hostilidades: que el grupo M23 deje de avanzar y que el ejército congoleño deje de responder.

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