El exsecretario del difunto Benedicto XVI, monseñor Georg Gänswein, se ha despachado a gusto con declaraciones explosivas, como el dolor que causó a Ratzinger Traditionis custodes, y el Papa parece responderle exhortando a los fieles a no “dividir la Iglesia” con habladurías y chismes.
Por Carlos Esteban
Se diría que Gänswein solo estaba esperando la muerte de su superior y amigo, el Papa Emérito, para iniciar un verdadero ‘bombardeo de alfombra’ que hace temblar los palacios vaticanos. Empezó por decir en una entrevista concedida al Tagespost alemán que la lectura de Traditionis custodes, el motu proprio con el que Francisco derogaba la decisión de Ratzinger de liberalizar la celebración de la Misa Tradicional solo catorce años antes, le “rompió el corazón”. Gänswein cuenta que la Summorum Pontificum de Benedicto quería “ayudar a aquellos que simplemente habían encontrado un hogar en la antigua misa, a encontrar la paz interior. Quita este tesoro a la gente, ¿por qué? No creo que pueda decir que me siento cómodo con eso».
Segunda bomba: el anuncio de la publicación del libro «Nada más que la verdad», coescrito con el periodista Saverio Gaeta. No se alarmen: no dice “toda” la verdad. Pero ya apunta.
Por lo visto, en el libro el exprefecto de la Casa Pontificia cuenta que hay instrucciones para destruir los documentos privados del Papa Emérito. Instrucciones del propio Benedicto, que pidió que se hiciese “sin excepciones y sin lagunas”. Según Gaenswei, «recibí de él instrucciones precisas que me siento obligado a respetar en conciencia, relativas a su biblioteca, los manuscritos de sus libros, la documentación relativa al Consejo y la correspondencia».
Finalmente, Gänswein relata el momento en que fue ‘despedido’ por el Papa Francisco en 2020 como jefe de la Prefectura de la Casa Pontificia. “Sigues siendo prefecto pero a partir de mañana no volverás a trabajar”, supuestamente le dijo el Papa. Benedicto XVI, según su secretario, comentó irónicamente: «Creo que el Papa Francisco ya no confía en mí y quiere que seas mi guardián…».
Comentá la nota