Francisco, el nuevo Apaktone

Francisco, el nuevo Apaktone

A los nativos de Puerto Maldonado les recuerda a fray José Álvarez Fernández, "patrono de la Amazonía"

 Apaktone Francisco: así han bautizado los indígenas al Papa Francisco. No es un nombre nuevo. Apaktone (significa papá anciano-sabio) y Papachi son los nombres indígenas para referirse al más carismático y excepcional misionero dominico que ha tenido Madre de Dios: fray José Álvarez Fernández. Recorrió la selva de Madre de Dios en multitud de expediciones en las que participó desde su llegada a Puerto Maldonado desde España, su tierra de origen.

Monseñor David, cuando comenzó a contar a los nativos que venía el Papa, se lo explicaba diciendo que venía el Apaktone. Por eso los indígenas desde el primer momento han identificado al Papa Francisco como el nuevo Apaktone, tal y como se puede ver en los carteles con el rostro del Papa y los textos en lenguas indígenas, porque ven en él los mismos valores que veían en el misionero dominico: un gran corazón, alegre, sensible, generoso, humilde...

Como Apaktone, el Papa Francisco acoge a todos sin distinción: "En el Padre de las misericordias, que nos ha creado a todos, sin distinción de razas ni pueblos, igual salvajes que civilizados, para gozar junto a Él la eterna e inmarcesible dicha de los bienaventurados", son palabras del misionero.

Mateo Viaeja es un indígena de 99 años que fue bautizado por fr. José Álvarez y que, cuando se le pregunta cómo era, proclama con entusiasmo: "Bueno, era bueno". Y recuerda cómo comía con ellos, pescaba, trabajaba y de él tiene el recuerdo de ese hábito blanco siempre en movimiento por los caminos de la selva. Se emocionaba al recordarle. Él es la imagen viva de la ilusión con la que el pueblo indígena espera al Apaktone Francisco.

Durante la visita a Puerto Maldonado, el Papa tendrá un almuerzo con nueve representantes de los pueblos indígenas precisamente en el Centro Pastoral Apaktone, fundado en 1995 como un espacio de encuentro y formación destinado a las comunidades nativas y a las numerosas comunidades campesinas de Madre de Dios. El almuerzo tendrá lugar en el patio, un bello espacio con techos de madera y rodeado por un jardín de exuberante vegetación, una "mini selva" dentro del mismo centro. Un almuerzo fraterno durante el cual los indígenas le podrán exponer sus preocupaciones.

 

El Apaktone tendrá también protagonismo en la visita que el Papa Francisco realizará al Hogar Principito. Allí un grupo de jóvenes nativos de la residencia Santa Cruz y de la residencia Marcelino Champagnat representarán una obra de teatro ante el Santo Padre en el que recrearán la historia de explotación de los caucheros en el siglo XIX que diezmó la población nativa e hizo que se refugiaran selva adentro desconfiando de todo occidental.

Solo la llegada pacífica del Padre Apaktone junto con las hermanas dominicas misioneras del Rosario logró que los indígenas volvieran a reunirse en comunidades organizadas. Al final de la obra, dos jóvenes indígenas cantarán dos breves canciones al Papa compuestas por ellas mismas en sus lenguas maternas.

La vida de fr. José Álvarez Fernández "Apaktone" estuvo plenamente identificada con el mundo indígena: "¡Qué feliz sería en este pueblo nuevecito, en el que no tendrían lugar las maldades y delitos y los tan abominables abusos de todo género que hacen odiosa y aborrecible la vida, que dicen culta, entre los civilizados!".

En el año 2007 se abrió su proceso de canonización que, quién sabe, podría culminar pronto si el Papa Francisco impulsa la causa del que bien podría ser considerado el patrono de la Amazonía.

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